Bogotá.- Colombia es el país favorito para el Ballet Folclórico Amalia Hernández por la forma tan cálida como su gente siempre recibe a la compañía de danza mexicana en cada una de sus presentaciones, afirmó hoy su director artístico, Carlos Santunez.
“Colombia para nosotros los mexicanos y para el ballet es muy especial. Siempre nos reciben de la mejor manera. Es nuestro país favorito”, aseguró Santunez en entrevista.
Para el director artístico estar en el Teatro Mayor “Julio Mario Santo Domingo”, que es una de las instituciones culturales más importantes de Colombia, es “un gran privilegio mostrar nuestro trabajo, no solo en este país, sino en todo América Latina vía internet”.
La presentación de la compañía mexicana realizada la noche del jueves fue transmitida en vivo y en directo a través del portal Teatro Digital, un proyecto del Teatro Mayor “Julio Mario Santo Domingo”, que se enmarca dentro de su responsabilidad social.
“Es un privilegio poder compartir un poco de esta alegría que tiene nuestro país con su colorido, las fiestas, la música, porque aunque Colombia conoce nuestro folclor, tanto como nosotros, siempre es un orgullo estar en Colombia”, subrayó Santunez.
México y Colombia “tienen una hermandad gigante en lo cultural y musical. Los mexicanos hemos adoptado la música colombiana. No hay fiesta en México que se respete que no haya una cumbia”, indicó.
“La cumbia es parte de nuestra vida cotidiana, al igual que su comida. La verdad es que tenemos muchas raíces comunes. Bogotá y la ciudad de México son muy parecidas en muchos sentidos. La verdad que nos sentimos en casa”, consideró el director artístico.
La compañía mexicana estará en Colombia hasta el próximo domingo, luego continuará sus presentaciones en Lima, Perú, donde presentarán su espectáculo en el Teatro Nacional de la capital peruana y en el próximo verano estarán en Alemania.
El espectáculo de esta gira del Ballet Folclórico Amalia Hernández, en su primera parte presenta “Los hijos del sol”, que agrupa rituales de las danzas prehispánicas y música indígenas: ritmos, pasos y temas musicales.
La parte denominada “Guerrero-Guerrero” agrupa danzas como “Solo de mariquita”, “Las amarillas” y “El gusto”, del estado mexicano de Guerrero. Mientras que “Zacatecas” plasma la lucha de la revolución en la que Francisco Villa derrotó al gobierno federal.
“Charreada”, retrata la charrería en donde hombres y mujeres muestran su talento en disciplinas deportivas y “Fiesta en Tlacotalpan” que gira en torno a la fiesta de la Virgen de la Candelaria.
La segunda parte está conformada por la danza de “Los Matachines”, de la región norte del centro de México, nace de las costumbres de los pueblos prehispánicos de danzar con sus dioses.
El espectáculo incluye “Danzón y Jarana” son dos bailes tradicionales en los que se ven las influencias de África y del continente europeo.
“La Danza del venado”, fue sensacional con una puesta en escena llena de energía y plasticidad, que el público respondió con un fuerte aplauso a este homenaje a los yaquis, única tribu aborigen que conserva su autonomía original, caza con arco y flecha y usa esta danza como ritual en vísperas de los días de caza.