Una madre del Valle dice estar agradecida con la vida al recibir una segunda oportunidad de vivir para ella y para su bebé después de haber sufrido un derrame cerebral mientras tenía 13 semanas de embarazo.
Amanda Ippel sufrió un derrame cerebral una semana antes del día de la madre en 2012, el cual le quitó la capacidad de caminar, usar el brazo izquierdo, y todas las habilidades necesarias para cuidar de una familia.
Durante todo su embarazo estuvo bajo observación médica. Luego de dar a luz a un niño saludable, comenzó neurorehabilitacion intensiva en Barrow Neurological Institute en Phoenix.
Después de un año de terapia física, cognitiva y ocupacional así como neurosicología Amanda recuperó sus habilidades neuromotrices.
Amanda se ha graduado de un programa único de rehabilitación de lesiones cerebrales de 40 horas a la semana, en el Center for Transitional Neuro-Rehabilitation (CTN), el cual ayuda a pacientes con graves lesiones cerebrales en la transición para adaptarse de nuevo en la sociedad.
Antes de la neurorehabilitacion en CTN, Ippel quien tiene cinco hijos con su esposo Ben, no podía hacer tareas sencillas como vestir a su recién nacido o atender las necesidades de sus demás hijos. Ahora que termino el programa, ha recuperado muchas de sus habilidades y hace poco le regresaron su licencia de conducir.
“El derrame fue como un martillazo en mi cerebro y en mi vida”, dijo Ippel. “My prioridad era la salud de mi bebe, y después de que el naciera sano, seguía recuperar mis habilidades pérdidas para poder ser una buena madre para mis hijos”.
La neurosicologa de Ippel, Pamela Klonoff, directora de CTN en Barrow, el cual es parte del hospital de St. Joseph, trabajo estrechamente con Ippel a lo largo de su recuperación y elogia a Amanda por su firme determinación y gran trabajo para recuperar las habilidades que perdió debido al derrame.
“Nuestro programa avanzado para lesiones cerebrales en Barrow es intensivo y nuestros pacientes tienen que tener una gran dedicación con las terapias para poder reintegrarse de nuevo a sus vidas” dijo la doctora Klonoff.
“Amanda fue de esos pacientes que nunca se rinden y siempre trabajo duro para ser la mejor madre que sus hijos pudieran tener. Estoy muy orgullosa de ella”.
Ippel espera el día de las madres, reflexionando sobre todo lo que ha recorrido y la segunda oportunidad que se le ha dado para vivir la maternidad.
“Mi corazón estaba destrozado después del derrame y tuve que luchar contra corriente para llegar a un estado que me permitiera criar a mis hijos”, dijo Ippel.
“El día de las madres de 2012 pudo haber sido mi último y este día es muy especial para mí ya que tengo a mi familia y ellos son mi vida. Estoy muy agradecida de tener esta segunda oportunidad de ser madre y jamás daré por hecho la maternidad”.