Al igual que los inmigrantes que tratan de cruzar por zonas cada vez más mortales con tal de lograr su cometido de llegar a los Estados Unidos, los agentes de la Patrulla Fronteriza se enfrentan a los mismos peligros durante la vigilancia en la zona desértica.
George Treviño, portavoz de la Patrulla Fronteriza del sector Tucson afirmó que los riesgos en el desierto son los mismos tanto para los inmigrantes como para los guardianes fronterizos.
Las temperaturas de hasta 50 grados centígrados en el verano, los animales venenosos que proliferan en la zona y la intimidatoria presencia de algunos grupos de contrabandistas, son algunos de los peligros que están al acecho en la franja desértica.
Aunque los agentes fronterizos cuentan con dispositivos de alta tecnología para la vigilancia y un entrenamiento especial para lidiar con los peligros diarios de su actividad, el desierto puede convertirse en un campo de batalla en donde las condiciones naturales están parejas para ambos bandos.
“Yo no vengo de un clima montañoso, vengo de un clima de playa y mar, el aire es diferente del desierto. Una persona que no está acostumbrada se expone igual que los inmigrantes a estos peligros naturales”, dijo Treviño. Al igual que miles de inmigrantes que intentan cruzar el desierto durante el verano, los guardianes fronterizos enfrentan los mismos peligros naturales de la zona; en una especie de juego de a-al gato y al ratón- que se convierte en una batalla mortal para ambos bandos.
Agresiones
Las agresiones contra los agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos siguen con una ligera tendencia a la baja, informó Treviño.
Las cifras registran 373 agresiones contra agentes en el último año fiscal del 2014, lo que representa una baja del 20 por ciento en comparación con el año anterior y dos tercios menos que en el 2008.
Casi todas las agresiones reportadas se han registrado a lo largo de la zona desértica al sur del estado. La Patrulla Fronteriza del sector Tucson reportó el número más alto de agresiones con un total de 99, lo cual representa aproximadamente un 37 por ciento menos que el periodo fiscal 2013.