Ciudad de México.- La Ciudad de México obtuvo el viernes un nuevo estatus.
Considerada por décadas como un distrito administrativo dirigido por un gobierno central, la ciudad de 8,85 millones de habitantes será a partir de ahora casi un estado por sí mismo.
El presidente Enrique Peña Nieto promulgó el viernes una reforma política por la cual la capital cambia de nombre -de Distrito Federal a Ciudad de México- y obtiene un nuevo diseño político administrativo que incluye contar con una Constitución propia.
El gobernante de la capital fue designado por el presidente en turno hasta 1997, cuando por primera vez se realizaron para elegir al jefe de gobierno del Distrito Federal, que tenía un estatus político similar al de un gobernador. Desde entonces, ha estado gobernador por el izquierdista Partido de la Revolución Democrática.
El Distrito Federal estaba dividido en 16 delegaciones, las cuales con la reforma cambiarán a alcaldías. El título de jefe de gobierno se mantiene, aunque ahora lo será de la Ciudad de México.
Muchas personas dentro del país, más allá de los cambios del viernes, se han referido desde hace mucho tiempo a la capital simplemente como “México”, como también se conoce al país entero, compuesto por otros 31 estados.
La ciudad ha sido el centro de la identidad del país. Su nombre se deriva del grupo indígena que la fundó, los mexicas, también conocidos como aztecas.
En el escudo de la bandera del país está plasmada la leyenda de la fundación de la ciudad en 1325, en el lugar donde fue encontrada un águila devorando una serpiente sobre un nopal.
La reforma establece que a mediados de este año se convocará a una asamblea constituyente para redactar la Constitución de la Ciudad de México.
Bajo la denominación de Distrito Federal, sus habitantes eran conocidos como “defeños”, aunque también son referidos como “chilangos”, una palabra de origen incierto. Aún no está claro cuál será el nuevo gentilicio.
La mayoría de residentes entrevistados vía telefónica por el diario El Universal dijeron esta semana que preferían ser llamados “capitalinos”.
El actual jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, celebró así los cambios: “Adiós Distrito Federal, bienvenida nuestra Ciudad de México”.