Ciudad del Vaticano.- El Papa Francisco celebró hoy la misa del miércoles de ceniza en una basílica del centro de Roma y pidió a todos, pero especialmente a los sacerdotes, “llorar para no ser hipócritas”.
A las 16:30 horas locales (15:30 GMT) presidió un momento de oración en la iglesia de San Anselmo y desde allí partió en una procesión penitencial hacia la cercana Basílica de Santa Sabina acompañado por cardenales, arzobispos, obispos y fieles.
Tras la procesión el líder católico celebró la misa y llevó a cabo el tradicional rito de imposición de las cenizas a algunos feligreses.
Durante su sermón, pronunciado en italiano, señaló que el tiempo anterior a la Pascua –llamado Cuaresma y que inició este día- invita a emprender “un camino de conversión no superficial ni transitorio” sino un “itinerario espiritual” que involucre a toda la persona.
“Nos hará bien pedir a todos, pero especialmente a nosotros sacerdotes, al inicio de esta Cuaresma, el don de las lágrimas, para volver a nuestra oración y nuestro camino de conversión cada vez más auténticos y sin hipocresía”, indicó.
“Nos hará bien preguntarnos, ¿yo lloro? ¿El Papa llora? ¿Los cardenales lloran? ¿Los obispos lloran? ¿Los consagrados lloran? ¿Los sacerdotes lloran? El llanto está en nuestras oraciones. Sepan hermanos, los hipócritas no saben llorar, han olvidado cómo se llora. No piden el don de las lágrimas”, agregó.
Constató que cuando alguien cumple una buena acción casi instintivamente nace en él el deseo de ser estimado y admirado por ello, para conseguir satisfacción, pero Jesús invita a actuar sin alguna ostentación.