Londres.- El voto mayoritario de los británicos para que Reino Unido salga de la Unión Europea (UE) propició incertidumbre política, volatilidad financiera y la posibilidad de un referendo sobre la independencia de Escocia.
El electorado británico votó a favor de una salida del bloque europeo, opción conocida como Brexit, con 52 por ciento de la votación total, contra 48 por ciento del voto en favor de quedarse en la UE, una diferencia de un millón 200 mil votos.
El resultado de la consulta propició la mañana de este viernes la renuncia del primer ministro británico, David Cameron, quien aseguró que “el país necesita un liderazgo fresco”.
“Voy a tratar de enderezar el barco, pero no creo que sea correcto para mi ser el capitán que conduce al país a su siguiente destino”, aseguró el político conservador en una sorpresiva renuncia después de seis años al frente del gobierno.
En las afueras del número 10 de Downing Street, el político quien se mostró visiblemente consternado, anunció que su renuncia no será inmediata y esperará a la convención de su partido a principios de octubre próximo.
La libra esterlina se desplomó a lo largo de esta madrugada, tras una salida inminente, para ubicarse en su nivel más bajo desde 1985 en 1.34 dólares.
Mientras, en los primeros minutos de operaciones, el principal indicador del Mercado de Valores de Londres, FTSE 100, se derrumbó más de 8.0 por ciento.
El índice cayó 550 puntos para ubicarse en las cinco mil 788 unidades, para luego recuperar terreno a media jornada y ubicarse en las seis mil 118 unidades.
Para calmar los ánimos en los mercados, el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, anunció este viernes que pondrá a disposición 250 mil millones de libras de fondos adicionales para la estabilidad monetaria y financiera de Reino Unido.
El Banco de Inglaterra “no va a dudar en tomar medidas adicionales mientras los mercados se ajustan y la economía de Reino Unido avanza”, señaló en un mensaje.
Mientras, una multitud se dio cita en las afueras de la casa del exalcalde de Londres, Boris Johnson, quien al salir recibió abucheos y acusaciones de ser el artífice del rompimiento con la UE.
En un mensaje a la dividida nación, el favorito para suceder a Cameron como Primer Ministro, aseguró que “el resultado supone una oportunidad gloriosa” y el Brexit no significa “aislacionismo”.
“No podemos darle la espalda a Europa, somos parte de Europa”, señaló Johnson en un discurso que intentó ser conciliatorio.
En el tema migratorio, que es una de las grandes preocupaciones de los euroescépticos, Johnson afirmó que vamos a tener un sistema de migración “justo y equilibrado”.
“Vamos a poder controlar nuestras fronteras de una manera que no será discriminatoria, sino justa y equilibrada”, subrayó el popular político conservador.
Las reacciones de los políticos se dieron en cadena, tras el histórico referendo, con la intervención de la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, quien aseguró que hay sobre la mesa una segunda consulta popular para decidir la independencia de Escocia.
La política nacionalista aseguró que es “inaceptable” que Escocia tenga que salirse de la UE en contra de su voluntad y un segundo referendo “es altamente probable”.
En 2014, el país rechazó independizarse de Reino Unido con un margen de 55 por ciento contra 45 por ciento.
Inglaterra y Gales votaron mayoritariamente en favor de salirse de la Unión Europea. Sin embargo, la capital británica se pronunció por quedarse en el bloque.
Otra sorpresa en el referendo fue el voto en Irlanda del Norte, que se pronunció a favor de permanecer en la UE, a pesar de que los políticos hicieron campaña en favor de salirse.
Escocia, por su parte, votó en favor de quedarse con 62 por ciento de los votos.
El líder del opositor Partido Laborista, Jeremy Corbyn, enfrenta a críticos de su propio partido quienes pedirán su renuncia por haber fracasado en convencer a los laboristas para votar en favor de permanecer en la UE, reveló la prensa británica.
En el plebiscito donde triunfó el Brexit, uno de los ganadores es el partido de extrema derecha UKIP (Partido por la Independencia del Reino Unido).
Su líder, Nigel Farage, calificó el resultado como “un amanecer hacia el Día de la Independencia del Reino Unido”.