Ciudad del Vaticano.- El Papa Francisco concluyó hoy un breve periodo de vacaciones, durante el cual ni siquiera dejó el Vaticano a pesar del intenso calor romano y retomó sus actividades públicas.
Este martes, el líder católico recibió –durante una audiencia pública en la Plaza de San Pedro- a miles de monaguillos procedentes de diversas partes del mundo y mañana miércoles retomará sus audiencias públicas semanales.
Será la audiencia número 100 de su pontificado y se realizará en el más grande auditorio del Estado Pontificio, el Aula Pablo VI, para evitar exponer a la multitud a los intensos calores de la capital italiana, que en estos días de verano ha tocado picos de más de 40 grados.
Al menos unas ocho mil personas participarán del encuentro, que ya se convirtió en una tradición en cuanto al contacto entre Jorge Mario Bergoglio y la gente.
Francisco es popular y esa atracción que provoca en las personas no merma. Según informó el prefecto de la Casa Pontificia, el arzobispo George Gaenswein, en sus poco más de dos años de pontificado unos 15 millones de personas asistieron a sus actividades en el Vaticano.
Todo un récord, que supera incluso periodos similares de otros Papas populares como Juan Pablo II. Esos números hacen referencia sólo a las actividades vaticanas, sin contar los viajes del líder católico dentro y fuera de Italia.
Tal es la importancia que el propio Bergoglio concede a las audiencias públicas que decidió agregar una más por mes durante el Jubileo de la Misericordia, un Año Santo Extraordinario que se extenderá de diciembre próximo a noviembre de 2016.
A lo largo de este periodo, además de los encuentros de los miércoles, cada mes se elegirá un sábado y en esa ocasión se realizará una audiencia adicional.
“Es claro que la audiencia general para el Papa Francisco es un encuentro muy deseado y ahí se ve y se siente en gran forma. Los fieles ven, escuchan al Papa, existe un contacto directo – quizá para muchos es una sola vez – y esto los deja marcados para toda la vida”, dijo Gaenswein.
“Se da la palabra, pero también se da la atmósfera y la mirada. El encuentro es también un encuentro de los sentidos, que para el Papa Francisco es muy importante. No solamente para él, también para nuestros peregrinos”, agregó, hablando con la Radio Vaticana.
Durante julio Francisco suspendió las audiencias de los miércoles y aunque no se trasladó a la residencia estiva de la Santa Sede ubicada en la localidad de Castel Ganfoldo, a 25 kilómetros al sur de Roma, si bajó su ritmo de trabajo salvo contadas apariciones públicas.
En este tiempo el Pontífice se dedicó, entre otras cosas, a preparar su próximo viaje apostólico por Cuba y Estados Unidos, previsto del 19 al 28 de septiembre.