Berlín .– El presidente de Lufthansa, la compañía matriz de Germanwings, Carsten Spohr, reveló hoy que el copiloto y presunto autor de hacer caer el avión siniestrado el martes en los Alpes franceses, interrumpió su formación por un tiempo prolongado.
De acuerdo al directivo alemán, tanto el piloto como el copiloto, que responde al nombre de Andreas Lutbitz de 28 años de edad, empezaron su formación en 2008 en las escuelas de Lufthansa de Bremen (Alemania) y Phoenix (Estados Unidos).
En el caso de Lubitz, precisó, su formación se vio interrumpida durante un período prolongado de tiempo. “Interrumpió su formación durante 11 meses y después tras comprobarse su aptitud se reincorporó y terminó su formación”, dijo Carsten Spohr.
Desde la compañía insisten en que el copiloto había pasado todos los exámenes técnicos y médicos y que era “apto al 100 por ciento para volar”.
A su entender, lo ocurrido es un caso aislado. “No solo yo, sino también mis compañeros, tenemos total y absoluta confianza en nuestros pilotos. Son y seguirán siendo los mejores del mundo. Para mí lo que ha ocurrido es simplemente un increíble y trágico caso aislado”, dijo Spohr.
En la rueda de prensa que ofreció ante los medios, el presidente de la aerolínea alemana recalcó que “volar sigue siendo el medio de transporte más seguro” y dijo que la seguridad siempre ha sido la máxima prioridad en la compañía.
“Ni en nuestras peores pesadillas nos habíamos podido imaginar que algo así podría pasar en nuestra aerolínea”, apuntó Spohr quien dijo sentirse “devastado” por las últimas informaciones que acababa de hacer públicas en Marsella el fiscal francés Brice Robin.
El presidente de Lufthansa coincide con el gobierno alemán en que no existen indicios que apunten a que el siniestro fue un atentado terrorista.
El copiloto del avión siniestrado el martes respondía al nombre de Andreas Lubitz, tenía 28 años y procedía de Montabaur, una localidad de poco más de 12 mil habitantes que pertenece al estado federado de Renania Palatinado, situado al oeste de Alemania.
El joven trabajaba en Germanwings desde septiembre 2013 y contaba con 630 horas de vuelo.
Esta mañana, antes de que fiscal francés develara el fruto de las investigaciones, los miembros del Club Aéreo de Westerwald, club del que era miembro el copiloto, señalaban que cuando era adolescente se dio cuenta de que su sueño era volar.
“Fue capaz de cumplir su sueño, el sueño que tan caro ahora pagó con su vida” indicaron en un comunicado esta mañana.