Joven, casada con el amor de su vida, la actriz Luz Elena González se llenó de felicidad hace 7 años con el nacimiento de Santiago, que la conquistó de inmediato con sus enormes y expresivos ojos negros, de ninguna forma pensaba entonces que sería un niño especial.
Tardó, más que su esposo, en aceptar que su hijo necesitaba atención especial, sin embargo, desde que terminaron de hacerle sus estudios y fue diagnosticado correctamente, lo atiende con entrega y mucha paciencia con ayuda de guías profesionales.
“Lo que Santiago tiene se llama Inmadurez en el lóbulo frontal izquierdo y le afecta en todo lo que es motricidad fina, gruesa, y aunque es muy inteligente, tardó más tiempo en caminar, hablar, tiene déficit de atención y problemas para controlar sus emociones”, explica la actriz.
Lo más importante, dice, es no ignorar el problema y no dejarlo solo, hay que enfrentar todo, con mucho amor y dedicación, multiplicándose para amarlo, atenderlo, no descuidarse a sí misma, su matrimonio, a su otra pequeña y a su carrera.
“Para mi, ser mamá es lo máximo, amo a mis hijos, mis hijos son mi razón de ser mejor en la vida, pero hay que darle a todo su valor, lograr un equilibrio, si yo no estoy bien, no puedo dar todo de mi, no puedo volcarme con Santi, porque tengo también una hija, un esposo, un trabajo al que amo. Hay que trabajar mucho interiormente para día a día ser mejores personas”, refiere la actriz.
En medio de toda esta dedicación, con tristeza, señala que hay mucha desinformación acerca del padecimiento de su hijo, porque hay gente que prejuzga y al verlo tan inquieto o berrinchudo, piensa que está mal educado o que sus papás no lo controlan como debe ser.
Amor y paciencia
“Eso es lo que lastima, porque no entienden que no es un niño malo, que tiene este problema, que no es su culpa, ni la de los papás, me ha pasado que hay gente adulta que lo regaña por impulsivo, latoso o porque no obedece, y eso ha hecho que salga lo peor de mi, aunque por otro lado, tampoco podemos exigirle a la gente que lo sepa”.
Luz Elena asegura que el neurólogo les ha dicho que esto es cuestión de tiempo, que puede madurar su cerebro a los 8 o 10 años, y todo lo que hoy tiene, desaparece, pero, mientras tanto, hay que ayudarlo en todo lo que demande, por muy agotador y desgastante que sea. “Cada vez avanza más, es más independiente, y eso nos llena de alegría”, indica.
La actriz y cantante es también mamá de María José, de 2 años y medio, y agradece a Dios el ser madre de dos hijos hermosos, que la hacen la mujer más feliz con su sonrisa y su amor.
Luz Elena asegura que en este camino andado, que no es fácil, ha llegado a la conclusión de que Santi llegó a su vidas para hacerlos mejores personas y agradece también el poder atenderlo como debe ser.
Sensible, forma parte de muchos grupos de ayuda a niños enfermos de bajos recursos, ante lo que no escatima esfuerzo alguno.
Respecto a su carrera, indica que ha podido darle continuidad a lo largo de 10 años de matrimonio y con sus dos hijos, gracias al apoyo incondicional de su esposo Bernardo Martínez.
“Si no fuera por él, no podría continuar, trato de darme un espacio entre proyecto y proyecto, para estar al pendiente de los niños, de mi esposo, y la verdad, no hemos estado exentos de problemas, pero los hemos solucionado con mucho amor. Agradezco a Dios la familia que me ha dado”, indica.
Incluso, también se siente apoyada por sus hijos, más por Santi a quien le gusta verla trabajar. “Santi ya es más independiente, cuando trabajo, están con su tía Paty y se siente contento; mi hija está más chiquita y le cuesta más que me vaya a trabajar, pero procuro pasar todo el tiempo con ellos los fines de semana”.
Luz Elena forma parte ahorita de la obra “Papito Querido”, además de que se integra a la telenovela “Antes Muerta que Lichita”, producción de Rosy Ocampo.