La vida de Ernesto Laguardia cambió completamente desde la llegada de sus tres pequeños: Bárbara , Santi y Emiliano, quienes le han enseñado, a través de sus risas y travesuras, que no hay amor más puro que el de los hijos.
“Estoy enamorado de mis hijos, de cómo son, de cómo miran, cómo son seguros de si mismos. Imagínate es la extensión de ti en la vida, es el amor total”, expresó el actor.
Ernesto recuerda con mucho amor y todavía con emoción, su debut como papá, cuando nació su pequeña Bárbara.
“Es un momento que nunca voy a olvidar, abracé a mi esposa, y de repente el susto de que no lloró, pero ya pasado eso, todo es felicidad, es un momento especial, lleno de vivencias hermosas, sensacionales, no olvidó tampoco cuando la cargué por primera vez”, expresó.
Aunque es un padre consentidor, también es exigente. “Soy muy consentidor, mucho muy consentidor, mi esposa me regaña porque me dice: “no puedes consentirlos tanto”, pero también soy firme y comprometido, con una educación excelsa para ellos”, indicó.
Ernesto está tan feliz, desempeñando el que considera el mejor papel de su vida, que le gustaría agrandar la familia.
“Yo sí quisiera, pero mi esposa es más consciente, más realista, uno es más soñador, si se da, seré el más feliz. Hay que trabajar muchos en los hijos, hay que darles oportunidades, llevarlos de vacaciones, aunque sea a Cuernavaca, donde tu puedas pagar, lo importante es estar con ellos, disfrutar, a mi me encanta ser padre”, señaló finalmente el protagonista de “Amores con Trampa”.