Consolidado cantante grupero, Ernesto Pérez “El Chapo de Sinaloa”, ve a la actuación como un verdadero reto profesional, aunque ahora que debutará en la telenovela “Sueño de Amor”, no teme a las críticas, porque dice, “si son buenas, servirán para motivar; las malas, para mejorar”.
“Es una experiencia que, aunque maravillosa, no deja de ocasionarme emociones encontradas, es algo que siempre quise vivir y hay que disfrutarlo, pero igualmente siento que es un gran compromiso, porque yo nunca había actuado, y no puedo quedar mal con nadie, ni conmigo mismo, ni con el productor, ni con mi público, es por ello que estoy estudiando mucho, preparándome para responder como debe de ser”, indicó el sinaloense.
Pese a este compromiso y entusiasmo, Ernesto es sincero, al señalar que actuar no le es nada fácil, incluso hubo momentos en los que pensó tirar la toalla, porque lo que menos quiere es hacer el ridículo y tirar por la borda el lugar ganado en la industria musical.
“No me preocupan las críticas, porque yo no vivo de los que tienen malas ideas o envidias, yo respeto a todos y no se meten conmigo; los admiro, no los busco para criticarlos, no tengo tiempo, si me dedico a ello, pierdo la intención que debo darle a mi carrera. A mi me preocupa quedar mal con quien me está dando la oportunidad, con mi público, por eso cuando he sentido que no me salen bien las cosas y quiero dejarlo, pienso en ese compromiso y me aplico para no equivocarme y hacerlo bien”, confía el intérprete de temas como “Te va a gustar”, con el cual despuntó su carrera musical en 2007.
Y es que para él la crítica, buena y mala, ha sido un referente en su quehacer artístico
“No podría decir cuántos me critican…la crítica no importa. Yo soy un tipo que toda la vida he sabido que hay críticas, buenas y malas, las buenas son para motivarme y las malas para mejorarme, bienvenidas, háganmelas llegar, porque las necesito, si no, no puedo crecer. Que alguien se ocupe en criticarte, no es otra cosa más que “uno no pasa inadvertido”.
Ernesto se considera una persona muy feliz, plena y madura, que vive la vida como viene, aunque con mucha responsabilidad, porque de él depende un equipo de trabajo de más de 60 personas, por lo que se multiplica para cumplir con la actuación, pero sin descuidar su carrera como cantante.
“Yo vivo para la música, hay por lo menos 60 personas que dependen de mi trabajo; pues somos como una empresa, yo soy responsable de que tengan un ingreso, es gente a la que quiero mucho, porque ayudan me ayudan a crecer, para que las cosas salgan como tienen que salir”.
Hoy, asegura, “soy un ser en plenitud, vivo mi vida al 300 por ciento cada día, soy un tipo muy alegre, mi vida es reírme, de hecho, mi equipo está seleccionado para que 10 horas de camino sea el más maravilloso, disfruto el camino, la lluvia, luché mucho para lograr el éxito que tengo como cantante, me frustré, quise darle carpetazo, pero eso ya pasó a la historia”.
Hombre de fuerte carácter, pero por demás romántico, asegura que no hay nada más que lo doblegue, que el amor a las mujeres “mueven al mundo, me mueven a mí, y son las que me han dado el regalo más maravilloso en la vida, que son mis seis hijos”.
No obstante, el éxito, Ernesto todavía tiene muchos sueños que cumplir, pero igual que el éxito, no los busca, “los dejo al universo, al aire; los visualizo y sé que vienen solitos. Yo creo en el poder de la mente y en la capacidad de alcanzar los sueños. Hasta el momento todos se han cumplido”, dice finalmente el ganador de un Grammy Latino en la categoría de Música Regional Mexicana.