México .- Los restos mortales del comediante mexicano Roberto Gómez Bolaños se encontraban el sábado en las instalaciones de Televisa en la Ciudad de México, donde la compañía para la que trabajó toda su vida le ofrecía una misa privada.
Bolaños, más conocido como Chespirito y creador de innumerables personajes infantiles que marcaron a varias generaciones de latinoamericanos, murió la tarde del viernes en su casa en Cancún por causas todavía no reveladas, aunque desde hacía cinco años sufría problemas respiratorios y achaques propios de su edad. Tenía 85 años.
En torno a las 9 de mañana del sábado, unos cien turistas despidieron al cortejo fúnebre a la salida de su casa, en un exclusivo conjunto residencial en la zona hotelera de Cancún, algunos inmortalizando el momento tomándose fotos con la popular gorra del Chavo del Ocho, su personaje más famoso y entrañable.
El cuerpo de Chespirito llegó a primera hora de la tarde a la ciudad de Toluca, para luego enfilar rumbo a las instalaciones de Televisa en el sur de la capital mexicana, en el barrio de San Ángel, una pequeña ciudad dentro de la ciudad solo de la televisora.
Gómez Bolaños estaba casado con Florinda Meza, también artista y miembro de “la vecindad” de El Chavo del Ocho. Tenía seis hijos de un matrimonio previo.
Curiosos y admiradores se asomaron para verlo en su camino hacia Televisa y aplaudieron a su paso, según pudo verse en la transmisión ofrecida por la televisora, que cubrió todo el trayecto.
A la llegada a San Ángel, un hombre disfrazado como el Chapulín Colorado, el ingenuo héroe creado por Gómez Bolaños, intentó pegarse al coche fúnebre pero la policía lo detuvo.
“Quería decir adiós a un gran hombre que nos sacaba una sonrisa a chicos y a grandes de todas las generaciones”, dijo después Lidio Espridia Domínguez, de 48 años, quien según dijo vino de Tamaulipas, en la frontera este con Estados Unidos, expresamente para despedir a su ídolo.
“Se va pero se queda en el corazón de todos y nos deja un mensaje de buscar la paz y sonreír”, añadió el tamaulipeco, un maratonista aficionado que suele correr disfrazado del Chapulín.
Cuando el cortejo fúnebre ya estaba en las instalaciones de la compañía, muchos empleados saludaron con aplausos a su paso.
La tarde del sábado estaba prevista una misa privada en la que la familia estaría acompañada por personajes del mundo político, deportivo, artístico y empresarial, que se convirtieron en grandes amigos de Gómez Bolaños.
Según la cadena, el féretro sería velado primero por los más cercanos y luego trasladado a la conocida como Plaza de las Estrellas, muy cerca de donde Chespirito grabó sus programas más entrañables, como el Chapulín Colorado.
Unas fotografías del humorista y unas cruces flaqueaban el lugar a la espera de los invitados.
El acto masivo, sin embargo, está previsto para el domingo. La televisora prepara un homenaje público en el estadio Azteca, un recinto con capacidad para más de 100.000 personas, donde se suelen realizar partidos de fútbol del Club América, que era el favorito del humorista, y también espectáculos artísticos.
Desde que se conoció la noticia de su fallecimiento, las redes sociales comenzaron a arder con muestras de cariño y condolencias. Tal vez por eso, y porque Bolaños era un activo tuitero pese a su edad, ese fue el medio elegido por sus allegados para mandar un mensaje de agradecimiento a los 6,7 millones de seguidores que tiene la cuenta (at)ChespiritoRGB.
“En nombre de la familia, gracias por tanto amor. Los esperamos mañana en el Estadio Azteca a partir de las 12, para despedirlo. Los Gómez”, decía el mensaje.
El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, también mostró su pesar por esta vía. “México ha perdido a un ícono, cuyo trabajo ha trascendido generaciones y fronteras”.
“Decir adiós sería tonto, un hasta pronto sólo será…”, tuiteó por su parte Paulina Gómez, hija del querido humorista, junto a una fotografía en blanco y negro en la que aparece bailando sonriente con su padre.