Cleveland.- Revitalizados por un astro joven de disparo letal y por un entrenador debutante que los hizo creer en sí mismos, los Warriors alcanzaron alturas insospechadas. Pusieron fin a una sequía de 40 años sin un título de la NBA.
En cambio, prosigue medio siglo de tristezas deportivas en Cleveland. LeBron James no pudo solo.
Stephen Curry y Andre Iguodala anotaron 25 puntos cada uno y Golden State recurrió a una andanada de triples en el último periodo para doblegar el martes 105-97 a los Cavaliers en el sexto encuentro de la final. Así, los Warriors se proclamaron campeones de la NBA, algo que no conseguían desde 1975.
En aquel entonces, Gerald Ford era el presidente de Estados Unidos, la música disco era la moda y Rick Barry convertía los tiros libres de los Warriors con un estilo peculiar, por debajo del hombro.
Estos Warriors se asemejan al equipo en el que militaba Bary. Son rápidos, equilibrados y unidos. Esa era la meta del entrenador Steve Kerr.
“Me he quedado sin palabras”, dijo Curry. “Es muy especial el ser capaz de conseguir este trofeo luego de trabajar tan duro en esta temporada. Definitivamente somos un gran equipo. Debemos quedar en la historia como uno de los mejores equipos de pies a cabeza”.
Luego de verse abajo por dos puntos en el comienzo del tercer periodo, Golden State tomó el control mediante Curry, el Jugador Más Valioso de la temporada en la NBA, e Iguodala, quien disputó de inicio su primer partido de la campaña en el cuarto encuentro de la final.
“Fue asombroso”, expresó Iguodala, nombrado el Jugador Más Valioso de la final. “Hablamos de mantenernos fuertes y luchar siempre. Ese fue el lema del entrenador durante todos los playoffs. Había que insistir. Ellos siguieron luchando también. Esto no parece real”.
Golden State permitió que los Cavs se acercaran a cuatro unidades en el cuarto periodo antes de descargar su oleada de triples. Así, se cercioraron de llevar el trofeo Larry O’Brien de vuelta a California.
Un triple de Curry, quien atinó dando un paso hacia atrás, colocó el marcador en 78-68. Después de que los Cavs se aproximaron a siete con un enceste de J.R. Smith, Curry y Klay Thompson embocaron de tres puntos en 81 segundos, para dejar la situación en 89-75.
Iguodala añadió otro largo disparo.
También por los Warriors, el brasileño Leandro Barbosa sumó cinco puntos, tres rebotes, una asistencia y una falta en 14:30 minutos.
James regresó a Miami con la misión de dar un título a la región donde nació. Pero el astro de 30 años se quedó solitario, ante las lesiones de los astros Kyrie Irving y Kevin Love en la postemporada. El desempeño sobresaliente de James se quedó a dos triunfos de dar a Cleveland su primer título del deporte profesional desde 1964.
James totalizó 32 puntos, 18 rebotes y nueve asistencias, para quedarse a poco de lo que hubiera sido un récord, con tres “triples dobles” en la serie.
Pero los tres equipos principales de Cleveland, los Cavs en el basquetbol, los Browns en el fútbol americano y los Indios en el béisbol acumulan la friolera de 144 temporadas sin conquistar un solo título.
En los últimos segundos, cuando fue sustituido, James dio la mano a Curry y felicitó tanto a Kerr como al resto de los Warriors.
Mientras, en la Oracle Arena de Oakland, que se abrió para que los espectadores vieran el partido mediante la pantalla gigante, la fiesta había comenzado. Cuando el comisionado de la NBA Adam Silver entregó el trofeo a los Warriors, los espectadores comenzaron a corear el nombre de su equipo.
“Recuerdo haber ido a la Oracle como jugador, un año tras otro, para enfrentar a equipos muy malos”, indicó Kerr. “No podría estar más contento por nuestros fanáticos”.