México .- El Día de Acción de Gracias es una de las festividades más importantes en Estados Unidos y en esta fecha también se han visto las actuaciones más sorprendentes, tanto para ganar como para perder, en la historia de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL).
Previo a la creación de la NFL ya se jugaban encuentros de futbol americano profesional en esta fecha, el primer duelo que se tiene registrado fue en 1892, cuando Halcones Montañosos de Lehigh derrotó a Pittsburgh Athletic Club por 21-0.
A partir de ahí se buscó que cada año en el último jueves del mes de noviembre se disputaran encuentros de futbol americano profesional con algunas pequeñas lagunas, como fue el intervalo de 1941 a 1944, cuando Estados Unidos entró a la Segunda Guerra Mudial.
Varios, aproximadamente una docena de ellos, son los que han quedado grabados en la memoria de los aficionados a este deporte con el transcurso de los años.
Entre ellos magistrales actuaciones de corredores, desempeños notables de jugadores que en ése día se cubrieron de gloria y que después volverían a caer en el anonimato o por algún detalle, a veces chusco, que hizo que algún partido jamás fuera olvidado.
Una de las actuaciones más emblemáticas en esta fecha fue la que tuvo el corredor de Bills de Búfalo en 1976, cuando estableció el récord de más yardas ganadas por carrera en un partido efectuado en esta fecha, al avanzar 273, esfuerzo que resultó inútil, pues su equipo perdió con Leones de Detroit 27-14.
Otro de los encuentros recordado fue el que sostuvieron en el Texas Stadium Vaqueros de Dallas y Pieles Rojas de Washington. Con el juego 16-3 a favor de Pieles Rojas, Washington lesionó al mariscal de campo Roger Staubach, causándole una conmoción cerebral.
De la banca salió un mariscal de campo llamado Clint Longley, a quien sus compañeros apodaban el “Bombardero Loco”, quien a base de pases largos guió a Dallas a remontar el marcador adverso y ganar ante la euforia de sus seguidores, por marcador de 19-16.
En 1993 se produjo la que posiblemente haya sido la jugada más desafortunada en la historia de este tipo de encuentros, cuando, en el duelo entre Dallas y Delfines de Miami, este último intentó un gol de campo de 40 yardas.
La patada fue bloqueada pero el ovoide fue tocado accidentalmente por el liniero defensivo Leon Lett, por lo que era balón libre y fue recuperado por Miami, que segundos después intentaría un segundo gol de campo más corto y con esa patada de Pete Stoyanovich, Delfines venció a Vaqueros por 16-14.
Finalmente, en 1962, Empacadores de Green Bay llegaba invicto a esta fecha al haber ganado sus 10 encuentros previos y se daba por descontado que saldría victorioso de su visita a Leones de Detroit quienes dieron la sorpresa al doblegar al gran favorito por 28-14.