San Juan, Puerto Rico.- Cuba y Puerto Rico quedaron en situación precaria en la Serie del Caribe, luego de perder el martes sus respectivos partidos en la segunda fecha del torneo.
Ambos equipos, ahora con foja de 0-2, se medirán hoy, miércoles, con la imperiosa necesidad de la victoria si pretenden mantenerse vivos en el torneo que se disputa en la capital de Puerto Rico.
Mientras, los Tomateros de Culiacán aseguraron su participación en la ronda semifinal del clásico caribeño, que este año celebra su edición número 57, al sumar dos victorias en igual número de salidas. Culiacán descansa en la próxima jornada.
En la primera tanda, los debutantes Gigantes del Cibao, de República Dominicana, despacharon con marcador de 6-1 a Pinar del Río de Cuba, que ahora tendrá cuesta arriba la superar su actuación anterior.
Cuba, que retornó al circuito caribeño en 2014 tras 53 años de ausencia, solo ganó un partido en cuatro presentaciones el año pasado en Isla Margarita, Venezuela.
El guardabosque Willy García conectó un cuadrangular de dos carreras en la sexta entrada, como parte de un racimo de cuatro carreras que inclinó la balanza del lado de los dominicanos. Además, agregó un doble y un sencillo.
“Fue un juego muy nivelado hasta el sexto episodio”, indicó el dirigente cubano Alfonso Urquiola. “Yo creo que fue un gran juego hasta ese episodio ya después de eso el juego se fue de un lado solamente”.
En tanto, un elevado de sacrificio de Maxwell León remolcó la carrera que disolvió un empate y le dio la victoria 3-2 a los Tomateros contra los anfitriones Cangrejeros de Santurce.
León se fue de 3-1 con dos remolques y una carrera anotada, en un desafío en el que la defensiva puertorriqueña falló y México capitalizó.
“Hicimos dos errores hoy y ellos pudieron anotar”, admitió el dirigente de los Cangrejeros, Eduardo Pérez. “Hicieron lo que tenían que hacer, buena defensa. Hicieron los sacrificios y ejecutaron. Este es un juego de quién ejecuta mejor”, recalcó.
Por su parte, el manager mexicano Benjamín Gil, elogió la labor monticular del abridor boricua Joel Piñeiro, que en seis entradas permitió seis hits y dos carreras, aunque no tomo parte de la decisión. También destacó que las pifias de su rival le permitieron llevarse el resultado.
“Cerrando la séptima (entrada) pudimos formar un rally y aprovechar allí una equivocación defensiva del equipo de Puerto Rico”, dijo.