México.- Tras un fallido intento el año pasado, la NBA realiza hoy un partido de temporada regular en México apenas por segunda vez en la historia, cuando los Rockets de Houston se enfrenten a los Timberwolves de Minnesota.
El 4 de diciembre de 2013, Minnesota y San Antonio iban a disputar el primer partido de temporada regular de la NBA en México desde 1997. Pero una intensa humareda provocada por un cortocircuito en uno de los transformadores de luz de la Arena Ciudad de México provocó la cancelación cuando faltaban unas horas para el inicio.
Ahora los Wolves, que fungían como locales la temporada pasada y lo serán ahora, vuelven a México con la promesa de autoridades y organizadores, de que las cosas serán muy diferentes en esta ocasión.
“Tomamos medidas más estrictas para prevenir que eso vuelva a pasar”, aseguró Raúl Zarraga, director de la NBA en México. “Nunca antes había pasado algo como eso, ya aprendimos e incluso vino gente de Estados Unidos para asegurarse que todo estará bien”.
La nube de humo llenó la arena cuando ambos equipos terminaban la práctica de tiro. Tras intentos fallidos por controlar la situación, los jugadores de Spurs y Timberwolves, junto con sus entrenadores y dirigentes de la NBA, salieron al estacionamiento de la Arena Ciudad de México, la más moderna del país, para evitar problemas mayores.
“Espero que las bombas de humo no se presenten ahora… eso detuvo el partido el año pasado y no necesitamos nada de eso”, dijo el entrenador de los Rockets, Kevin McHale, entre bromas. “La verdad es que eso fue una rareza, yo estoy más preocupado por cómo vamos a jugar, somos un equipo joven que intenta jugar bien en una Conferencia del Oeste donde no hay espacio para los errores. La menor de mis preocupaciones es inhalar humo dentro del edificio”.
Los aficionados ni siquiera alcanzaron a ingresar al inmueble, que fue inaugurado en 2012 con una inversión que rondó los 300 millones de dólares. Horas después, la NBA anunció la cancelación del partido en México y el encuentro eventualmente se disputó el 6 de enero en Mineápolis.
“No fue fácil lograr el regreso de un partido de temporada regular”, admitió Zarraga. “Pero se trabajó y (los) Wolves vuelven, lo cual es prueba de que se confía en nosotros”.
Si nada extraño vuelve a ocurrir el encuentro será el primero de temporada regular en México desde el 6 de diciembre de 1997, cuando los Rockets derrotaron 108-106 a los Mavericks de Dallas gracias a una gran actuación de Charles Barkley, quien anotó 19 puntos y bajó 17 rebotes.
“Nos decepcionamos de no poder jugar el año pasado, cuando la Ciudad de México se quedó sin oportunidad de ver básquetbol de NBA”, dijo el entrenador de Minnesota, Flip Saunders. “Pero estamos emocionados de volver, y ahora que lo hemos hecho, la liga ha hecho todo lo posible para asegurarse que no haya fallas esta vez”
Para el miércoles, los Rockets salen como favoritos para llevarse una vez más el triunfo en México. El equipo inició la temporada con marca de 6-0 por primera vez desde la temporada 1996-97 y su primer revés vino apenas el sábado pasado ante los Warriors de Golden State en un encuentro en el que no jugó Dwight Howard porque presentaba síntomas de gripe.
Howard, que junto con James Harden es la gran figura del equipo, llegó a México el lunes por la noche junto con el resto del equipo y debería jugar el encuentro. Quien no lo hará es el armador titular Patrick Beverley, quien sufre una lesión en la pierna izquierda y se perderá su segundo partido en fila.
“Es una temporada joven, sólo hemos jugado siete partidos y es pronto para decir, aún nos falta ajustar rotaciones, aún estamos tratando de saber quiénes somos”, comentó McHale, quien no quiere aumentar las expectativas. “La defensa ha sido sólida hasta ahora pero el ataque necesitamos ponerlo al mismo nivel. Cuando logremos ser sólidos en ambos lados del balón, seremos un equipo muy difícil de vencer”
A diferencia de Houston, que está armado con la intención de ser campeón, los Wolves pasan por una etapa de transición tras la salida de Kevin Love, quien fue canjeado a Cleveland.
Love, un seleccionado de Estados Unidos que pasó seis años en Minnesota, fue enviado a los Cavaliers a cambio de la primera selección general del draft Andrew Wiggins, Anthony Bennett y selecciones colegiales.
“Estamos pasando por un proceso, vamos a ser un equipo bueno en algún momento, ya sea la próxima semana, en un mes o en un año, pero tenemos que pasar por un proceso para ser mejores”, agregó Saunders.
Wiggins promedia 9.2 puntos y 3.5 rebotes en 27.3 minutos por noche para Minnesota, que llega a México sumido en una racha de dos derrotas en fila y con una marca de 2-4.
“Todos los días vamos creciendo como equipo, yo en lo personal también, mañana vamos a salir con la intención de competir”, dijo Wiggins al final de la práctica del martes. “Estamos entrenando fuerte y conociéndonos mejor cada día, yo siento que soy mejor cada vez”.
Una de esas derrotas fue el pasado viernes ante el Magic de Orlando, un encuentro que además les costó la baja del armador español Ricky Rubio, quien se lesionó el tobillo izquierdo y será uno los grandes ausentes.
Rubio ni siquiera viajó con el equipo.
“Somos un equipo joven, tenemos siete jugadores con dos o menos años de experiencia y mañana vamos a extrañar al corazón y alma del equipo que es Ricky Rubio, quien había estado jugando fenomenal en los primeros cinco juegos, pero competimos y jugamos fuerte”, agregó Saunders.
El partido entre Houston y Minnesota arrancará a las 21:00 horas locales (02:00 GMT) en la Arena Ciudad de México.