Querétaro.- Sin mucho que perder, Querétaro y Veracruz reivindicaron la Liguilla y ofrecieron un partido donde el marcador, de manera agónica, le hizo justicia al que nunca se traicionó.
Los Gallos Blancos obtuvieron un triunfo de 2-1 que validó la gran racha con la que terminaron la Fase Regular, pues ahora acumulan 8 victorias en sus últimos 10 partidos.
El destino difícilmente habría sido el mismo si el Veracruz alegre y ofensivo de la primera hora no hubiera apostado por el empate en la últimos 30 minutos.
De cualquier modo, ambos cuadros dejaron en claro que sólo cuando no hay miedo por caer es cuando se asoma el espectáculo.
Los Gallos que sólo revivieron en el torneo tras la llegada de Víctor Vucetich y los Tiburones que al inicio del semestre estaban sólo para salvarse, dejaron satisfecha a la multitud que llenó el inmueble, a diferencia de lo sucedido este miércoles en Torreón y Pachuca.
Dinámicos y ofensivos, emplumados y escualos llenaron de colorido la cancha, casi al tono del estridente uniforme del Veracruz, un verde limón digno de casacas de calentamiento.
El disparo de Danilinho al travesaño al minuto 13 fue lo primero que encendió el ambiente, ya que el local generaba lo más claro del inicio.
Porque también hubo un mano a mano de William da Silva que apenas ganó el portero Melitón Hernández, así como un tiro suave de “Dinho” que buscaba el último resquicio posible.
Pero el primer festejo fue visitante gracias a un gol con la mejor de las manufacturas, una triangulación originada por Julio Furch, secundada por Daniel Villalva y firmada de palomita por Juan Albín al 28’ para el 0-1.
“Dinho” contestó con un centro raso que por milímetros nadie empujó en el área chica, hasta que Da Silva empató al 43’ con un zurdazo al límite del área que dejó impávido a Melitón.
Tras ello no faltaron los intentos cercanos, las pinceladas venenosas de Ronaldinho y sobre todo, la intención queretana por llevarse todo, mientras el Veracruz sacrificaba el frente con la salida de Villalva al 60’.
El partido se inclinó a favor del local, si bien el Veracruz respondía con latigazos que permitieron el lucimiento del portero Tiago Volpi hasta que “Sinha”, quien había ingresado por Ronaldinho al 69’, reventó el travesaño al 90′.
El balón le quedó de rebote a Yasser Corona, quien sólo empujó para el 2-1 de último minuto que hizo explotar miles de gargantas cuando ya se había anunciado la compensación.
El connato de bronca de los últimos instantes dejó una serie más que caliente para una Vuelta que promete cerrar como la mejor serie de la Liguilla el próximo domingo.