Ciudad de México.- En un evento sin precedentes y que impactó a todos quienes estuvieron en el Zócalo capitalino, Jorge Cantú se llevó el trofeo de campeón del Home Run Derby, que se realizó en la Plaza de la Constitución, al imponerse en una inusual final al venezolano Frank Díaz, ante más de 30 mil aficionados que vivieron al máximo la competencia de cañoneros de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB).
Cantú, jugador de los Tigres de Quintana Roo, pegó 16 cuadrangulares en primera ronda y 14 en la segunda para avanzar a la final por parte del equipo de los mexicanos, superando al toletero de los Diablos, Japhet Amador, quien pegó 27.
Díaz solamente disputó la primera ronda, ya que sus 31 jonrones le dieron para meterse de manera directa a la final de los extranjeros, ya que el panameño Rubén Rivera, su más cercano perseguidor, conectó 27 en ambas etapas.
Los mexicanos Refugio Cervantes, con siete, y Saúl Soto, con seis, así como el cubano José Julio Ruiz (16) y el dominicano Miguel Tejada (10), quedaron eliminados en la primera tanda.
La regla de la competencia dictaba que en el final cada pelotero tenía derecho a 10 outs, pero por falta de pelotas se tuvo que decidir por muerte súbita: las 792 pelotas destinadas para el evento se estaban acabando.
“Ya sentíamos más presión que los jugadores”, dijo el publicista Carlos Alazraki, parte del comité organizador del Derby que celebró los 90 años de la LMB, y cuyas pelotas tenían precisamente con el logo del aniversario.
Los cañoneros divirtieron a la gente en todo momento, con bambinazos que llegaban cerca de las rejas de Catedral por el jardín derecho, y algunos otros hasta la calle de Madero, por la parcela izquierda-central.
“Fue algo que nunca había experimentado, una muerte súbita y en este evento histórico, pues uno tenía que disfrutarlo”, expresó Cantú. “La cosa era divertirse y darle un gran espectáculo a la gente. Fue un evento de primera calidad. Esto es algo que va a ser visto en todo el mundo”.
Una competencia incomparable para todos
No importan los logros, los títulos o haber jugado en los grandes escenarios que representan los bellos y modernos estadios del beisbol de las Grandes Ligas; Roberto Alomar, Fernando Valenzuela, Esteban Loaiza, Ismael Valdez y, en general, todos los que participaron en el Home Run Derby se asombraron por el diamante que se colocó para la ocasión en el Zócalo capitalino que este fin de semana vivió un evento sin igual: cerca de 150 mil personas se congregaron durante los tres días de actividades.
“Yo espero que el año que viene suceda otra vez”, dijo Roberto Alomar, miembro del Salón de la Fama del beisbol en Cooperstown.
“Esto fue un evento muy bueno para el beisbol y, según he escuchado, el beisbol se ha caído un poco en esta ciudad y creo que hay que apoyarlo porque es un deporte muy bueno para los adultos y para los niños”, agregó.
El dos veces campeón de la Serie Mundial con los Azulejos de Toronto comentó al diario mexicano Excélsior que en Canadá existe un escenario similar donde día a día acuden las persona a practicar y aprender un poco del rey de los deportes, pero lo acontecido en el Centro Histórico de la Ciudad de México este fin de semana no tiene comparación.
“Nosotros tenemos algo similar en Canadá, pero, como esto… solamente uno en el mundo. De verdad, ojalá que lo vuelvan a hacer”, aseguró. “La gente mexicana siempre es muy humilde, me han tratado muy bien y estoy agradecido”.
El subcampeón de la competencia estelar, el venezolano Frank Díaz, quien llegó a jugar para los Expos de Montreal en 2001 y 2002, comentó: “Todo fue muy bonito, es una experiencia maravillosa haber vivido todo esto en el Zócalo; nadie se imaginó que pudiera haber beisbol aquí y el público pude disfrutar de esta competencia. Fue algo increíble, de verdad, una experiencia grande en mi carrera y agradecido con los que me invitaron”, dijo Díaz.
Las expresiones de asombro a cada pelota que se iba de jonrón, y en especial aquellos batazos que amenazaban a la arquitectura histórica del lugar, quedarán grabadas en los más de 30 mil personas que asistieron y que le dieron color a un evento único en la historia del rey de los deportes.
Probada de lo que viene
Miguel Ángel Mancera , jefe de Gobierno de la Ciudad de México, se dijo asombrado de lo que la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) y el Instituto del Deporte del DF (Indeporte) lograron en la Plaza de la Constitución, que se vio vestida por un diamante.
“Hasta que no lo ves no lo crees”, señaló Mancera. “La gente está muy contenta. Tenemos mucha actividad deportiva en la ciudad: el maratón, de estar en el lugar 300 del mundo, hoy está en el lugar 15; ayer hubo UFC, viene la Fórmula 1, habrá basquetbol de la NBA, habrá NFL: la ciudad es un escaparate deportivo en el mundo”.