Ciudad de México.- Más allá de los tres puntos que se disputan en el América-Pumas, ambos equipos se juegan el orgullo, pero no sólo el de ellos como institución sino también el de su afición, un orgullo que va más allá de la cancha.
Y es que ambos conjuntos generan una infinidad de pasiones por sus colores, y el que los dos clubes se encuentren ubicados en la Ciudad de México hace que sus enfrentamientos sentimentales se den sin importar la jornada en que se midan.
América, es el rival a vencer. Con colores que aprendes a amarlos u odiar, se trata de uno de los equipos con más seguidores en México, ya que sus 99 años de historia y sus 12 títulos de Liga se han encargado de respaldar el sentimiento de grandeza que provoca ser un aficionado azulcrema.
Mientras que ser de Pumas, equipo que representa a la Máxima Casa de estudios, la UNAM, da un sentimiento de pertenencia e intelectualidad, aunque no todos sus seguidores hayan estudiado en dicha universidad, o si quiera tengan educación seglar.
Además, los aficionados americanistas, no sólo respaldan a su equipo por la empresa que hay detrás, Televisa, lo hacen por ser un equipo de historia y tradición, así como por los títulos que ha obtenido y los torneos en los que ha participado internacionalmente, además de que en varias ocasiones sus jugadores han representado a México en el Tri.
También en Pumas, los seguidores felinos, además del sentido de pertenencia a la UNAM, se respaldan en sus 7 títulos profesionales, donde cuatro de ellos fueron obtenidos en menos de 10 años, así como en ser el primer equipo que logró un Bicampeonato en torneos cortos.
Por otra parte, el que la nomina del equipo de Coapa sea más alta que la del Pedregal, con un valor en el mercado de 38,10 MDE, sobre 28,90 MDE de los felinos, provoca un “estatus” entre los americanistas, pues es una manera de decir que su equipo vale más que el de los universitarios, dando un poco de egocentricidad para aumentar la rivalidad.
Es por ello que, en una edición más del Clásico, y pese a la previa clasifiación a la Liguilla, ambos conjuntos saben que se juegan el orgullo institucional, el de ellos y el de los aficionados.