México.- La fecha de inicio, la Decena Trágica, la proclamación de los planes de Ayala y de Guadalupe, así como la derrota militar de Porfirio Díaz en Ciudad Juárez, forman parte de los momentos claves de la Revolución Mexicana.
En entrevista, el historiador Felipe Ávila, director general Adjunto de Servicios Históricos del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), explicó que el primer hecho fundamental es el inicio del movimiento armado, al que Francisco I. Madero llamó para el 20 de noviembre de 1910.
La segunda fecha importante, continuó, es el 10 de mayo de 1911, cuando el Ejército Federal es derrotado por las fuerzas maderistas en Ciudad Juárez, Chihuahua, pues ello desembocó en la firma del Pacto que lleva el nombre del paso fronterizo, el día 21 siguiente, y la renuncia de Porfirio Díaz a la presidencia del país el 25.
El siguiente momento clave se registra el 6 de noviembre de 1911, cuando Madero toma de posesión como presidente del país, después de haber resultado ganador de las elecciones organizadas previamente, continuó.
Para el experto, el 28 de noviembre de 1911 es la siguiente fecha para recordar, pues entonces es proclamado el Plan de Ayala por parte de Emiliano Zapata, documento que refrenda la exigencia campesina a una reforma agraria y al reparto de tierras.
A esta fecha, agregó, le sigue el 9 de febrero de 1913, que marca el inicio de la Decena Trágica, movimiento iniciado por los militares Bernardo Reyes y Félix Díaz y concluido por Victoriano Huerta con el fusilamiento del presidente Madero y el vicepresidente José María Pino Suárez.
El sexto momento clave de la Revolución Mexicana, anotó Ávila, se encuentra el 26 de marzo de 1913, cuando Venustiano Carranza, entonces gobernador de Coahuila, proclama el Plan de Guadalupe, en el que desconoce a Victoriano Huerta como presidente y llama a combatirlo con las armas.
La séptima fecha trascendente del movimiento es el 23 de junio de 1914, cuando la División del Norte, comandada por Pancho Villa, realiza la “Toma de Zacatecas”, pues este hecho significó romper la “espina dorsal” del Ejército Federal y allanar el camino de las fuerzas revolucionarias en su paso a la capital del país.
Ávila indicó que un octavo hecho a recordar se dio el 13 de agosto de 1914, cuando se firman los Tratados de Teoloyucan, en la periferia de la Ciudad de México, pues significó el reconocimiento del triunfo de la Revolución Constitucionalista, entrega pacífica de la capital del país y la rendición y desaparición del ejército huertista.
Como consecuencia, siguió, el siguiente momento clave está el 6 de diciembre de 1914, con la entrada pacífica a la Ciudad de México de Villa y Zapata con sus ejércitos populares, los cuales defendían al presidente Eulalio González, emanado de la Convención de Aguascalientes.
Uno más sucede el 13 de abril de 1915, con la victoria de las fuerzas de Álvaro Obregón sobre las de Francisco Villa, en Celaya, Guanajuato, lo que acabó con el mito de la invencibilidad de la División del Norte y apuntaló al sonorense en el movimiento social.
El historiador expuso que el siguiente y último momento clave se registra el 5 de febrero de 1917, con la proclamación de la nueva Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, entonces la más adelantada del mundo al incorporar las demandas sociales.
Consultado sobre si esta fecha debería tomarse como el fin del primer movimiento revolucionario del mundo en el siglo XX, Felipe Ávila explicó que al respecto hay todavía debate, pues para unos historiadores lo es.
Sin embargo, abundó, para otros se encuentra en los años 20, cuando se terminan los levantamientos armados de militares inconformes y algunos más ubican el fin con el régimen de Lázaro Cárdenas, pues su política social fue la última con raíces en el movimiento iniciado en 1910.