Guatemala.- Los devotos guatemaltecos conmemoran el bicentenario de la Catedral Metropolitana, en el centro histórico de la capital, uno de los más relevantes símbolos del país centroamericano.
El emblemático edificio domina en la Plaza de la Constitución, conocida popularmente como Plaza Central, en el corazón de la mayor metrópoli de Centroamérica.
Con procesiones, misas y otros actos religiosos, los fieles celebran los 200 años de edificación del más representativo templo de los católicos guatemaltecos.
El arzobispo metropolitano, Óscar Julio Vian, encabezó la inauguración de los actos de conmemoración de los 200 años de la Catedral.
El morado penitente conmemorativo de la Cuaresma y Semana Santa engalanan la concurrida iglesia, dándole la bienvenida a la feligresía católica a la Catedral Metropolitana de Guatemala.
Monseñor Vian ofició una misa por la conmemoración del bicentenario a la que acudieron autoridades católicas, funcionarios y fieles en general.
“200 años han pasado desde que se trasladó la catedral provisional del templo Santa Rosa hacia este nuevo templo, que es la iglesia madre, hoy nos vestimos de fiesta para darle gracias a Dios”, dijo en la solemne eucaristía.
El arzobispo habló a los fieles de la “capacidad de la renovación interior y espiritual. Es algo que todos debemos hacer, hemos llegado a cinco millones de habitantes de la arquidiócesis de Guatemala”.
La Catedral Metropolitana de Guatemala es la “iglesia madre de la comunidad de creyentes, un patrimonio de amor y fe”, manifestó el jerarca católico.
“La Catedral”, como la llaman los guatemaltecos, comparte la plaza con otra construcción representativa de Guatemala, el Palacio Nacional de la Cultura, hasta el gobierno del presidente Álvaro Arzú (1996-2000), sede del gobierno.
La iglesia, centro de la fe de los guatemaltecos, comenzó a construirse en 1782 y, tras un accidentado proceso, en el que se interrumpió la obra por falta de presupuesto, abrió sus puertas en marzo de 1815.
Según cronistas de la ciudad, los planos de la Catedral fueron aprobados por Real Cédula el 6 de noviembre de 1779 y comenzó un largo trabajo de construcción.
La magna obra se inauguró el 16 de marzo de 1815 con la llegada de la procesión de la imagen de Nuestra Señora del Socorro de la iglesia de Santa Rosa. Entonces la venerada imagen se colocó en el altar principal de su capilla, en la cual aún permanece.
En julio de 1778 se encargó a Marcos Ibáñez que levantara los planos de la nueva Catedral Metropolitana, tanto de la provisional como de la definitiva. Se le pidió elaborarlos de acuerdo a las sugerencias del Cabildo Eclesiástico.
En 1917 y 1918 la iglesia recibe el impacto de los terremotos de esos años, lo que obligó a realizar nuevos trabajos en la Catedral para afianzar la edificación.
En estos días de fiesta de los católicos guatemaltecos, el morado penitente conmemorativo de la Cuaresma y Semana Santa engalanan la bicentenaria Catedral Metropolitana.