Que Donald Trump no tiene cabida en Arizona fustigó la senadora Catherine Miranda al rechazar la visita del magnate, programada para el fin de semana próximo.
“Esta es la oportunidad para enviar un mensaje al resto del país que en Arizona no estamos dispuestos a tolerar a un hombre de una retórica descarada de odio”, señaló en un comunicado enviado a Mixed Voces.
“No podemos regresar a una era de división”, sentenció al señalar que el estado ha hecho avances para dejar atrás el escándalo de la desafortunada ley SB1070.
“La reciente visita del gobernador Doug Ducey a la Ciudad de México es una prueba de los pasos que estamos tomando en el Estadao para una sociedad mejor y más abierta, agregó.
“Tenemos que enviar un mensaje fuerte a Donald Trump, de que su retórica no tiene lugar en el Arizona del mañana, una Arizona que desea una relación fuerte, duradera y mútuamente beneficiosa con Mexico”, señaló.
El alcalde de Phoenix, Greg Stanton, condenó el jueves la retórica de Trump y lamentó su proceder y sus comentarios en contra de los inmigrantes mexicanos.
“Phoenix es increíblemente diversa y acogedora, de lo cual estoy muy orgulloso. La retórica ignorante, deplorable y racista de Donald Trump no representa nuestros valores y no podría estar más en desacuerdo con él.
Espero que durante su estancia aquí el señor Trump aprenda algunas cosas: Que haber nacido en otro país no hace a uno un criminal, la inmigración ha hecho a nuestra ciudad y país más fuerte y en Phoenix nuestra diversidad es nuestra fuerza”.
Convocan a protesta
La visita del empresario está programada para el sábado y la organizacion Proyecto Puente alista una protesta frente al Centro de Convenciones de Phoenix, lugar donde se llevará a cabo el discurso, para mostrar su rechazo al dueño de la franquicia de Miss Universo, quien ha acaparado la atención en medios de comunicación y redes sociales por los comentarios hacia los mexicanos a quienes tachó de delincuentes, traficantes y violadores.
Mixed Voces intentó entrevistar al líder de la mayoría republicana en la cámara local de Representantes, Steve Montenegro; sin embargo, la Secretaria de Prensa de la bancada republicana, Stephanie Grisham, a través de un correo electrónico señaló que el diputado Montenegro no tiene ningún comentario sobre la visita de Donald Trump ni acerca de su impacto en la carrera por la nominación del partido a la Presidencia de Estados Unidos.
Elias Bermudez, un republicano y ex activista comunitario, fustigó también al magnate Donald Trump, de quien dijo pertenece a ese grupo de republicanos extremistas del Tea Party y a quien no le ve ninguna posibilidad de ganar la nominación por su falta de seriedad, “es un teatrero”, calificó.
Nada que ver, dijo, con las precandidaturas de Marco Rubio y Jeb Bush, “tal vez Trump levante en algunos estados, pero no tiene ninguna posibilidad”.
A Trump, dijo, necesitamos ignorarlo, entre más hablemos de él, más famoso lo vamos a hacer. Debemos enfocarnos en hacernos ciudadanos y salir a votar, y votar por esas personas que van a apoyar a nuestra gente”.
La filosofia republicana
A Bermudez se le recuerda por habersele incado en una ocasion al Sheriff Joe Arpaio para implorarle que dejara de perseguir a los inmigrantes, en una acción que fue duramente criticada incluso por activistas hispanos.
Republicano de muchos años, Bermudez dijo que en las próximas elecciones presidenciales él votará “independiente”.
Por qué republicano, se le preguntó: “Lo dijo una vez el presidente (Ronald) Reagan: los latinos son republicanos pero no se han dado cuenta”.
“Y es cierto. Los republicanos somos provida, profamilia y antigobierno, queremos una libertad económica para tener éxito por nosotros mismos; queremos conservar a la familia y la libertad religiosa. No queremos que nos den chichi, sino que queremos trabajar y yo coincido con esta filosofía”.
Consideró que el partido no ha cambiado, es un grupo extremista dentro del partido el que ha abanderado la lucha antiinmigrante para ganar adeptos, “pero son los republicanos los que más han hecho por el inmigrante”.
Recordó entonces la Amnistia de 1985-1987 en la que miles tuvieron la oportunidad de regularizar su situación migratoria.
Y luego el president George W. Bush, “el pugnó mucho por una reforma migratoria, pero no lo dejaron”.