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Unas 300 personas se congregaron la tarde del jueves a las afueras del Capitolio de Arizona para recordar que hace cinco años la gobernadora Jan Brewer firmó la ley SB 1070, considerada la madre de las leyes antiinmigrantes.
Los manifestantes marcharon convocados por la organización Puente Arizona del Senado estatal hasta la corte federal Sandra Day O’Connor. Originalmente la marcha llegaría hasta la cárcel de la Avenida 4 y Madison, donde exigirían poner alto a las deportaciones.
Francisca Porchas, miembro de la organización Puente Arizona, dijo que la marcha era una manera de celebrar cinco años de luchar por el respeto a los derechos humanos.
Mencionó que el evento también sirvió para reflexionar sobre leyes como la SB 1070 y para hacerle saber a la comunidad que medidas como esa nunca más deben ser legisladas.
“Mucha gente que fue afectada por la SB 1070 sigue viviendo con miedo. Muchos latinos fueron perjudicados por esa ley que no debió ser firmada”, indicó Porchas.
El tema de las audiencias para determinar si el sheriff Joe Arpaio debe ser declarado en desacato por violar un mandato de que su oficina debía dejar de realizar detenciones contra los indocumentados, fue el común denominador durante la marcha.
Noemí Romero, una joven que participó en el evento, dijo que hace dos años fue detenida en una redada realizada por oficiales del Sheriff Arpaio.
Recordó que pasó cinco meses en el Centro de Detención de Eloy, y que por esa razón no es elegible para obtener el beneficio del DACA.
Confió en que en un futuro cercano las cosas cambien y que pueda regularizar su estatus migratorio. Por ahora es voluntaria de la organización Puente.
Entre los manifestantes se encontraron personas que llegaron a Arizona desde California, Chicago y Seattle, así como de Prescott. Un numeroso grupo de Dreamers también estuvo presente, además de miembros de las organizaciones CASE y LUCHA.