El objetivo de la campaña “Todo Tucson ID” pretende ayudar en especial a los inmigrantes indocumentados a que cuenten con un documento de identidad emitida por la ciudad, y que estaría a disposición de cualquier residente de Tucson.

El proyecto es que la tarjeta pueda ser utilizada como identificación ante la policía y las agencias del gobierno, cobrar cheques e incluso facilitar el acceso y descuentos a las instituciones de la ciudad.

La tarjeta incluiría información como nombre, edad, sexo, altura, peso, color de pelo y de ojos, así como el domicilio del usuario.

“Nuestra idea es por lo menos conseguir algo con lo que podamos decir: este es quien soy, y este es mi nombre”, dijo Belem Chagolla, vocera de la campaña promovida por organizaciones como el Centro de Trabajadores de Southside, y la Fundación Primavera de Tucson.

La propuesta es similar a la que ya han establecido ciudades como Nueva York y Los Ángeles y otras mas pequeñas como Richmond, California, y New Haven, Connecticut, que ya emiten identificaciones municipales.

Grupos en otras ciudades como El Paso, Texas, también buscan la aprobación de una tarjeta de identificación municipal.

La tarjeta de identificación no proporcionaría un estatus migratorio, pero establecería “otro nivel de comodidad que garantizaría que todos los residentes están bien integrados”, señalaron los promotores.

La propuesta fue presentada ante la Comisión de Relaciones Humanas de Tucson, el organismo de la ciudad a cargo de promover la integración y combatir la discriminación.

Las tarjetas de identificación municipal facilitarían a los residentes abrir cuentas bancarias, utilizar las bibliotecas públicas y, sobre todo, identificarse ante policías y otras autoridades.

De ser aprobada su emisión, los residentes podrían solicitar las tarjetas presentando pruebas de su residencia y otros documentos.