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Pedro Ultreras durante la proyección de “La Bestia” en el Phoenix College. Foto: Sam Murillo/Mixed Voces.
Hacer eco del grito desesperado de miles de inmigrantes centroamericanos que son extorsionados, maltratados y muchos de ellos asesinados en el trayecto hacia Estados Unidos por México, fue uno de los objetivos del documental “La Bestia”, que presenta, como ningún otro, la cruda realidad que se vive en la frontera sur, una frontera olvidada, sostiene el periodista y cineasta, Pedro Ultreras.
El filme que se realizó en 2007 expone de una forma muy realista, con base en testimonios de inmigrantes tratando de llegar a la frontera norte del país azteca, la situación que se vive en la ruta de “La Bestia”, un tren de carga que es también conocido como el “tren de la muerte” por las innumerables tragedias humanas que ha protagonizado.
De hecho, para ver el documental se pide a la audiencia tener discreción sobre las imágenes que se muestran debido a la gran carga emocional.
“Es un documental en donde la realidad supera la ficción”, señala Ultreras, quien a propósito de la presentación del filme estuvo en Phoenix el pasado 17 de septiembre.
“La Bestia”, es el reflejo de una frontera olvidada, donde, hasta antes del documental elaborado por el afamado periodista de la cadena Univisión, era un mito para muchos que se han enfocado en ver el fenómeno migratorio como algo exclusivo de la frontera de México y Estados Unidos.
Fue a raíz de su primera película llamada “Siete Soles”,-que refleja la migración a través de la frontera de Arizona-, que Ultreras decidió explorar aún más sobre el fenómeno migratorio más allá de la barda que divide Estados Unidos y México.
“Había escuchado de la frontera olvidada. Cuando fui a darle una vuelta me di cuenta que el problema era mucho más grande de lo que imaginé”, dice Pedro Ultreras, quien a través de su labor como reportero le gusta exponer los temas sociales y dar una voz a los menos favorecidos y víctimas de injusticias.
El tren en si, muestra todo el camino que deben atravesar los inmigrantes para tratar de llegar a la frontera antes de cruzar hacia Estados Unidos. “Es bestial pasar por México”, señala.
¿Cómo es posible que México condene los abusos a sus paisanos, pero se olvida de lo que hace su gobierno a los inmigrantes que pasan por su país? fue una de las interrogantes que surgieron durante el proceso de elaboración del documental.
Ultreras recuerda que para lograr el realismo que se muestra en el documental se tuvo que compenetrar en la vida del inmigrante, siguiendo a un grupo en una travesía insegura y exponiéndose a los mismos peligros que ellos enfrentan, tales como los asaltos, vejaciones, y en el caso de las mujeres las violaciones sexuales.
“Quería mostrar el sufrimiento a través de los ojos y testimonio de los inmigrantes”, dice Ultreras, quien le cayó el “20” de que era uno más cuando en un albergue en Ixtepec, Oaxaca fue invitado por el Padre Solalinde a comer una sopa de vegetales junto al grupo. “Traté de vivir la experiencia para poder contarla mejor, como es”, enfatiza.
El documental “La Bestia” se ha convertido en un referente sobre el tema de la inmigración de centroamericanos.
En países como China, Francia y España se ha transmitido en televisión abierta para que el público conozca la cruda realidad del fenómeno migratorio.
Para Ultreras el documental cumplió su objetivo desde su concepción como proyecto para exponer una realidad de la que muchos inmigrantes no son distantes.
Asistencia en el Colegio de Phoenix para ver “La Bestia”. Foto: Sam Murillo/Mixed Voces.
A nivel personal, dice que le dejo una gran lección al devolverle la sensibilidad como ser humano que es por encima de su profesión de periodista.
“Como periodista a veces nos toca cubrir historias que en algún momento pueden llegar a volvernos insensibles. La Bestia me humanizó, me regreso a ser la persona que siente compasión, dolor, pena por la situación, me hizo sentirme humano de nuevo”.
“El ver el dolor humano a través de los ojos de las personas me hizo sentir rabia, pena y vergüenza de México”, concluye.