Tucson, Arizona.- Un sospechoso en el homicidio de un agente de la Patrulla Fronteriza en 2010 llegó a un acuerdo extrajudicial en torno a este asesinato, el cual está en el centro del caso del fallido operativo Rápido y Furioso.
Rosario Rafael Burboa Álvarez se declaró culpable de homicidio premeditado y probablemente será sentenciado a 30 años de prisión. El acuerdo con la fiscalía permitirá que le cuenten el tiempo que ha estado tras las rejas.
Burboa Álvarez está acusado de reunir una banda armada cuyo objetivo era robar marihuana a traficantes cuando se encontraron con el agente Brian Terry de la Patrulla Fronteriza y otras personas el 14 de diciembre de 2010.
Las autoridades descubrieron después que dos de las armas encontradas en el lugar donde ocurrió el homicidio formaban parte del operativo federal Rápido y Furioso, en el que se permitía a delincuentes que compraran armas en tiendas de la zona de Phoenix a fin de rastrearlas.
Sin embargo, resultó que la agencia perdió la pista a poco más de 1.400 armas.