Phoenix.- Las autoridades estadunidenses solo están interceptando del cinco al 10 por ciento del total de las drogas ilegales que cruzan por su frontera sur, aseguró hoy aquí el senador republicano Ron Johnson.
Un “indicador clave” de que las drogas no están siendo frenadas en la frontera suroeste, indicó, es la caída del precio de la heroína en las calles estadunidenses, que ha pasado de un promedio de tres mil 260 dólares por gramo en 1981 a 465 dólares en 2012.
Johnson reconoció que la “insaciable demanda para las drogas en Estados Unidos”, constituye “una causa fundamental” de que la frontera sea insegura.
El legislador, que preside el Comité de Seguridad Nacional y Asuntos Gubernamentales del Senado, encabezó este lunes en un salón del Capitolio Estatal de Arizona la segunda audiencia senatorial de campo sobre el consumo de heroína y los esfuerzos de las autoridades federales, estatales y locales para combatir el trafico de narcóticos.
La audiencia, en la que participaron también el Comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), Gil Kerlikowske, el gobernador de Arizona, Doug Ducey y varios funcionarios estatales, se planteó para frenar el narcotráfico y la disponibilidad de drogas en Estados Unidos que requiere de un esfuerzo integral que incluya la prevención y el tratamiento de las adicciones.
La audiencia es la segunda que realiza el Senado desde septiembre pasado para analizar formas de contrarrestar el abasto de drogas ilegales, especialmente de heroína, dentro de Estados Unidos.
En su testimonio, Kerlikowske, advirtió que la disponibilidad y consumo de heroína y otros opiáceos ilegales, así como el uso no médico de opioides recetados han ido aumentando a un ritmo alarmante en todo el país.
La situación, dijo “es uno de los retos más importantes, complejos y difíciles que enfrenta nuestra nación actualmente”. Las muertes por sobredosis de heroína casi se han duplicado entre 2011 y 2013 y continúan en aumento, aseguró el funcionario al citar datos del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
“No existe una entidad única, ni una única solución, que puede hacer frente a este problema”, señaló al exponer que el “abordar esta compleja amenaza implica una estrategia integral con un enfoque agresivo de manera unificada por parte de múltiples entidades de aplicación de la ley, y de los sectores de la ciencia, la medicina, la educación, el trabajo social y la salud pública en todos los niveles de gobierno”.
Kerlikowske, admitió que aún cuando los continuos esfuerzos para interceptar la heroína y otros drogas en la frontera son un aspecto fundamental para abordar la crisis, “las prohibiciones, las detenciones y condenas son insuficientes para reducir los efectos de largo alcance que las drogas provocan entre los estadunidenses.
“Tenemos que centrarnos en la prevención y tratamiento, e identificar las características de los casos de desarrollo de trastorno por consumo de opiáceos antes de que escalen. También concentrarnos en disuadir a los opioides que es traficado por las organizaciones criminales transnacionales (TCO), y otras cadenas de distribución”.
El gobernador de Arizona, Doug Ducey, aprovechó la ocasión para destacar los esfuerzos que realiza esta entidad para contrarrestar el tráfico de drogas a lo largo de su frontera con México y los invitó a colaborar en el plan de la recién creada “Fuerza de Choque Fronteriza”, (Border Strike Force), con más fondos y recursos contra los delitos relacionados con la frontera.
El gobernador pidió a los legisladores que se apoye con recursos el nuevo cuerpo de seguridad fronteriza integrado por policías estatales.
Ducey precisó que su nuevo plan para atacar el contrabando de drogas en la frontera de Arizona se centrará en la colocación de más personal, tecnología, medios de transporte aéreo y vigilancia de caminos.
“Arizona puede, y hará mucho más para cerrar la puerta a estos cárteles, pero necesitamos su ayuda”, dijo Ducey. “Si ustedes están serios en cambiar el curso de la epidemia de drogas que asola nuestra nación, únanse a nosotros. Arizona esta en la primera línea y necesitamos su apoyo”, dijo.