La trayectoria de Oscar Vázquez es impresionante. Todo empezó aquí en Phoenix, Arizona en la escuela Carl Hayden High School.
En el 2004, el equipo de robótica de Carl Hayden decide participar en una competencia nacional de robots acuática contra las mejores universidades de todo el mundo.
En aquel entonces, los miembros participantes fueron: Óscar Vázquez, Lorenzo Santillán, Luis Aranda y Cristina Arcega, con el apoyo de los maestros, Fredi Lajvardi y el Dr. Allan Cameron.
Nadie se imaginaba que cuatro preparatorianos indocumentados, latinos y de familias de bajos recursos económicos podría obtener el primer lugar y ganar la competencia.
Esta será la tercera vez que Óscar visitará la Casa Blanca. La primera vez fue para mostrar el documental “Underwater Dreams” y participar en una discusión sobre temas de inmigración y educación en las ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas o también conocido por sus siglas en inglés STEM.
La segunda vez fue durante los premios del Mes de la Herencia Hispana del 2014, para premiar al equipo de robótica de Carl Hayden High School por su contribución a la educación.
Los reconocimientos y éxito de Óscar no han sido fáciles. Para muchos DREAMers el graduarse significaba el fin de un sueño porque desafortunadamente el “Dream Act” no ha sido aprobado por el Congreso y en aquel entonces no existía el Acta para Jóvenes Llegados en la Infancia (DACA), por consiguiente el tener un diploma no era equivalente a una mejor vida o mejor trabajo.
Estudiante excepcional
Para cuando Óscar se graduó de la Universidad Estatal de Arizona (ASU), con su diploma en ingeniera mecánica, da la casualidad que el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, fue el orador principal.
En la ceremonia de graduación del 2009, Óscar fue reconocido por Obama por ser un estudiante excepcional.
Una arriesgada salida voluntaria, con regreso inesperado
Poco después de su graduación, Óscar decide auto-deportarse porque no encuentra otra solución para poder ejercer su carrera en el único país que conoce y que le brindó la oportunidad de terminar una carrera universitaria, a pesar de que su esposa e hija son ciudadanas americanas.
Fue una agonía la que vivió Óscar al ser separado de su familia, puesto que su auto-deportación y el tratar de emigrar a los Estados Unidos por medio del proceso legal es ineficiente y anticuado.
Fue gracias a la intervención y esfuerzo combinado del Senador federal, Dick Durbin, del estado de Illinois, activistas y la propagación de su historia en los medios de comunicación, que le permiten a Óscar regresar a los Estados Unidos, ya con su residencia legal.
Poco después de su regreso Óscar decide enlistarse en las fuerzas armadas y finalmente obtener su ciudadanía.
Historia de inspiración
La historia de Óscar representa el esfuerzo, dolor y éxito de más de 11 millones de individuos que como Óscar viven en las sombras y sin papeles.
Así como Oscar vivió separado de su hija, hoy mismo existen aproximadamente 4.5 millones de ciudadanos nacidos en Estados Unidos menores de edad, que viven en hogares con familias de estado migratorio legal mixto, con al menos un padre indocumentado.
Estas familias viven con la incertidumbre constante de que un miembro pueda ser deportado en cualquier minuto.
Óscar representa a los 65 mil DREAMers que se gradúan de High School cada año y que según las estadísticas solamente el 10 por ciento de ellos puede ingresar a los estudios superiores.
Óscar también representa a los “soñadores” que desean ingresar a las Fuerzas Armadas pero no se les permite debido a su status migratorio. Definitivamente Óscar es un portavoz de la importancia de la educación en STEM.
Óscar también nos da esperanza sobre los obstáculos que tenemos que derribar para seguir adelante en nuestras metas.
El “Dream Act” o Acta Sueño ni la reforma migratoria han sido aprobadas por el Congreso. No todos los estudiantes DREAMers, latinos y de las minorías étnicas, independiente de estatus migratorio pueden seguir con sus estudios y obtener un diploma universitario.
Finalmente, según el reporte fiscal del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés), el número total de personas deportadas del 2008 al 2015 es de 2 millones 878 mil 672.
Muchas de estas personas dejaron familia atrás. ¿Cómo le vamos hacer para restablecer el núcleo familiar y la integridad del derecho a la movilidad de inmigrar a otros países?