Phoenix.- La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) concluyó la primera fase de un sistema de vigilancia en la frontera entre Arizona y México con la construcción de una serie de torres, dotadas con cámaras y sensores.
Funcionarios de la CBP informaron que las primeras siete de las 52 Torres Fijas Integradas están ya en condiciones de operar en el área de Nogales, Arizona, mientras que los trabajos de construcción en zonas de Douglas y Sonoita comenzarán en enero próximo.
Las Torres Fijas Integradas ayudarán a los agentes de la Patrulla Fronteriza “a la detección, seguimiento, identificación y clasificación de elementos de interés” a lo largo de la frontera entre Arizona y México.
La información captada desde las torres será “visualizada” en un centro común de operaciones, desde donde se decidirá la acción que tomarán con base en los datos provenientes de los diferentes sitios.
Esta tecnología de vigilancia y de radar permitirá detectar y desalentar el tráfico ilegal de personas.
La tecnología también tiene la intención de seguir los movimientos ilegales a través de la frontera y detectar qué tipo de entidad está comprometida en el movimiento (es decir, animal o persona).
El sistema mostrará la información capturada por la tecnología de las torres en una interfaz común en un centro de comando y control, donde los agentes pueden analizar la información y tomar decisiones informadas sobre cómo deben reaccionar en tiempo real.
Fernando Grijalva, vocero de la Patrulla Fronteriza en el sector de Tucson, declaró al periódico The Arizona Daily Star que, una vez concluido en 2020, el programa permitirá monitorear el 90 por ciento de la frontera entre Arizona y México.
El sistema de 52 torres fue aprobado a finales de 2011 para reemplazar la ambiciosa y polémica Iniciativa de Frontera Segura (SBInet), que pretendía construir un “muro virtual” en la frontera con México y que fue cancelada en enero de ese año.
La costosa SBINet, desechada luego de que se gastaran en ella unos 750 millones de dólares, pretendía establecer un cerco de vigilancia electrónica a lo largo de toda la frontera suroeste con sensores en tierra, radar y cámaras de video para operar las 24 horas del día de manera automatizada.