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Mayor Angie Medina con su hija Anne Medina-Doak. Foto: Sam Murillo/Mixed Voces.

Motivada por su hija, Angie Medina emprendió una trayectoria de servicio a los demás que se extendió por casi tres décadas en el Ejército de Salvación, conocido en inglés como The Salvation Army, una organización no gubernamental de beneficencia social privada.

Medina se retiró de The Salvation Army el año pasado, dejando un legado de servicio y un nuevo edificio en el oeste del Valle que beneficia a cientos de familias e individuos de bajos recursos, pero sobre todo una historia de inspiración que brinda esperanza en aquellos que dedican su vida al trabajo social.

Al quedar viuda, ella se dedicó a cuidar a su pequeña hija Anne Medina, quien desde corta edad soñaba convertirse en una modelo y actriz.

Inspirada por el talento de su hija, Angie Medina buscó recursos en la comunidad para impulsar los deseos de su primogénita.

Ella se acercó a The Salvation Army donde inscribió a su hija en unos cursos de modelaje. A la edad de 10, su hija le expresó su deseo de algún día llegar a Hollywood. “Si me contratan mamá ya no tendrás que preocuparte de tus gastos (biles)”, le dijo la joven Anne a su madre.

En The Salvation Army, Angie Medina empezó como voluntaria; desde 1981 hasta 1983 siempre estuvo ahí apoyando en todas las necesidades. Su constancia, dedicación a su hija y su fe cobraron notoriedad entre los administrativos.

Medina ha sido fuente de inspiración para muchos en The Salvation Army. Foto: Cortesía

Pero un día se vio en el dilema de continuar su servicio de voluntariado de tiempo completo ante la necesidad de encontrar un empleo para cubrir sus necesidades y las de su hija.

Fue entonces que los administradores de The Salvation Army le ofrecieron una oportunidad que cambiaría su vida para siempre.

Medina se entregó en cuerpo y alma a su nueva tarea. No era un trabajo cualquiera, dice ella, fue un camino que Dios le enseño para ayudar a los demás.

Fue así como se convirtió en oficial de The Salvation Army; tras años de entrenamiento, fue ascendiendo hasta llegar a comandante de esa institución, y recientemente su retiro fue con la jerarquía de Mayor.

Angie le da el crédito a su hija de haber sido quien la motivara a seguir adelante en su vida; siendo una madre viuda y sin una educación formal, se demostró a si misma que no existen barreras imposibles de derribar.

Su vida es ahora su propio testimonio de superación y el mejor ejemplo que da a su hija y a las mujeres que día a día ella sigue empoderando a través de conferencias y platicas motivacionales.

Inspirado en su historia de servicio, su nieto Stephen Doak recientemente elaboró un video titulado “Una vida de esperanza” que rinde tributo a Angie Medina y a la loable labor que realiza The Salvation Army en la comunidad.

El joven estudiante de la preparatoria Seton Catholic Preparatory presentó el proyecto en un concurso de la escuela, donde el video fue merecedor del premio Juan Pablo II por compartir los valores católicos.