El Paso, Texas.- Habitantes en El Paso se preparaban el miércoles para escuchar una multitudinaria misa que el papa Francisco celebrará en la fronteriza Ciudad Juárez, en México, en el último día de visita al país latinoamericano.
Se esperaba que miles de personas esa ciudad de Texas de y otras partes de Estados Unidos hicieran el viaje sobre varios puentes que unen a ambas ciudades fronterizas para asistir a la misa del mediodía, a la que se esperan unas 200.000 personas. Se calcula que miles más la verán en vivo en las pantallas del estadio Sun Bowl en la Universidad de Texas, también en El Paso.
Francisco llegó el miércoles en la mañana a Ciudad Juárez y fue recibido por cientos de personas acomodadas en gradas en el aeropuerto de la ciudad.
Mientras, un constante flujo de personas estaba cruzando a pie por el Puente de las Américas desde El Paso hacia Ciudad Juárez, poco ante de la misa del mediodía. Voluntarios de la diócesis están obsequiando botellas de agua a los que cruzaban el puente.
Luis Trillo estaba cruzando el puente a pesar de padecer artritis en las piernas. Dijo estar emocionado de escuchar la bendición de Francisco.
María Hermosillo, de 35 años, y vecina de El Paso, dijo que iba sola a la misa porque nadie la pudo acompañar. “Estoy muy emocionada de estar en la presencia del espíritu que el papa tiene en su mensaje”, dijo.
Mientras se lleve a cabo la misa, la gente no podrá cruzar la frontera del lado estadounidense porque las autoridades cerraron varios vecindarios del centro y parte de una autopista fronteriza.
Poco antes de la misa, el pontífice planea recorrer a pie la reja que corre a lo largo del río que divide a los dos países. Ahí, ofrecerá una oración para los migrantes que viven del otro lado y para aquellos que murieron tratando de llegar a Estados Unidos.
Por otra parte, líderes religiosos y defensores de los migrantes en Estados Unidos dijeron que al reconocer el papa Francisco el sufrimiento de los inmigrantes, estará enviando un mensaje humanitario.
Poco antes de una misa que dará el miércoles en Ciudad Juárez, México, el pontífice planea recorrer a pie la reja que corre a lo largo del río que divide a los dos países. Ahí, ofrecerá una oración para los migrantes que viven del otro lado y para aquellos que murieron tratando de llegar a Estados Unidos.
Un grupo de casi 500 personas, incluyendo migrantes y refugiados, estarán del lado estadounidense.
El arzobispo Joseph E. Kurtz, de Louisville, dijo el miércoles en conferencia de prensa en El Paso que “sólo porque algo tenga dimensiones políticas, no significa que no tiene dimensiones morales”.