David Carrillo, extrema derecha, junto a los también galardonados, Kemch, de pie, Eduardo Gómez y Castrux. Foto: Mixed Voces
“Si volviera a nacer, sería otra vez caricaturista, es un gusto, una vocación que ha sido el trabajo de toda mi vida”, señala don David Carrillo, quien a los 94 años de edad, sano y en total plenitud, recibió el Premio Nacional de Periodismo por haber cumplido 75 años de trayectoria periodística, como caricaturista de los más prestigiados medios mexicanos, entre ellos, Excélsior, Novedades, El Sol de México y El Universal.
En esta ceremonia, que organiza el Club de Periodistas de México, en reconocimiento a lo más destacado del medio periodístico en México, fueron galardonados, junto a don David, los también caricaturistas, Eduardo Gómez y Castrux, además de periodistas como Carmen Aristegui, Javier Solórzano, Karla Iberia Sánchez, Santos Mondragón y fotógrafos como Pedro Valtierra, entre otros.
Dueño de una memoria privilegiada y de un trazo fino y perfecto, que plasmó siempre la agudeza de su crítica, don David agradece este reconocimiento porque se lo otorga el mismo gremio periodístico.
“Esta es la segunda vez que lo recibo, ya en 1985 me lo habían dado por el trabajo realizado durante 1984, y ahora por la trayectoria, siempre es alentador el que le reconozcan a uno su trabajo, pero que sean los mismos compañeros quienes lo hagan, es aún más valioso, el Club de Periodistas de México, es una gran agrupación, donde se reconoce el talento de todos quienes trabajamos en este medio, para mi vale mucho”, señaló don David en exclusiva para Mixed Voces.
El también pintor, agregó que es un honor estar una vez más entre los premiados de esta ceremonia, que desde hace 64 años reconoce a los mejor del periodismo en México.
“Ahí quedará por siempre nuestro nombre, estar dos veces entre los premiados, es el resultado de mucho trabajo, fueron 75 años de carrera y de entrega, yo comencé en 1939 en Revista de Revistas de Excélsior, y estuve en muchos medios, hasta el año pasado, que decidí retirarme”.
Don David refiere que en esta crisis de los medios escritos, entre los más afectados han sido los caricaturistas, pues han ido recortado presupuestos y en medios donde antes se contrataban a tres o cuatro caricaturistas, ahora quieren sólo uno ¡y gratis!
“Hay que reconocerlo, los medios escritos ya no son lo que eran antes, el año pasado, en un periódico del Estado de México, donde estaba trabajando, me dijeron que debido a la crisis, ya no podían pagarme, que si quería, me seguían publicando, pero sin pagarme, y pues decidí retirarme, no se puede hacer un trabajo gratis, cuando de esto se ha vivido toda la vida, no puede uno quebrarse tanto la cabeza para nada y exponer a los que empiezan, a que de esto no se pueda vivir y un día desaparezca la profesión”, señaló.
Durante su larga trayectoria, don David ha sido multipremiado como caricaturista y como pintor con exposiciones en México y el extranjero, pero, además, tiene la satisfacción de haber logrado hacer valer al caricaturista dentro del gremio periodístico y preservar su trabajo en un museo.
“Fui fundador y soy Presidente Honorario de la Sociedad de Caricaturistas de México, del Museo de la Caricatura, en él son resguardadas todas las obras de sus miembros, ahí mostramos la historia de la caricatura en México, que data de 1826, casi 200 años; hay exposiciones permanentes y temporales de lo que ha sido la caricatura en México durante todo este tiempo, es muy importante seguir conservando esta sociedad y este espacio, yo fui director del museo durante 10 años”, nos cuenta don David.
A la par de su actividad periodística, don David desarrolló una gran carrera como pintor que lo ha llevado a exponer en importantes galerías de México, Estados Unidos y Canadá.
“Estudié pintura en el Museo de San Carlos y siempre me ha gustado pintar, sobre todo retratos, aunque mi trabajo en el periodismo siempre ha sido mi carrera principal”, refiere el artista.
Una gran carrera
David Carrillo nació en Villaldama, Nuevo León, el 29 de octubre de 1920, y desde muy niño comenzó a dibujar, a pintar pequeños paisajes, que poco a poco fue perfeccionando, guiado por dos tíos, principalmente por su tío Crescenciano Garza Rivera (1895-1958), un reconocido pintor y muralista
El fue quien lo motivó a estudiar pintura en la capital de la República, en la prestigiada Academia de San Carlos, a donde llegó becado gracias a su talento ya expuesto en Monterrey.
Muy joven, a los 18 años, comienza sus primeras caricaturas de artistas, que eran publicadas en la revista Diversiones, un año más tarde, el prestigiado semanario revista de Revistas le da la portada una de sus caricaturas, catapultando su carrera.
Su capacidad pictórica y su agudeza para analizar el acontecer político nacional, lo llevaron a la caricatura política , donde encontraría un largo camino de éxitos en diarios como La Tarde, El Universal, Excélsior, El Sol de México, La Afición, La Prensa, Zócalo, El Gráfico, El Heraldo y Novedades, entre otros.