Ciudad de México.- Fiscales mexicanos siguen investigando y presentando cargos relacionados con los homicidios de 22 supuestos criminales a manos del ejército, incluidos entre 12 y 15 que aparentemente fueron ejecutados luego de rendirse, indicaron el jueves en un comunicado.
El texto fue difundido un día después de que el grupo defensor de los derechos humanos Miguel Agustín Pro Juárez reveló que una corte militar había absuelto a seis de los siete soldados acusados de indisciplina.
La Procuraduría General de la República indicó que los casos de homicidio contra tres de los siete acusados continúan en una corte civil, y que los fiscales investigan si hubo mayores responsabilidades en el caso. La organización de derechos humanos señaló previamente que los oficiales al mando aparentemente ordenaron a los soldados asesinar a los sospechosos.
Los fiscales informaron que investigan si existen más responsables de los homicidios, pero parecieron responsabilizar a una de los tres testigos sobrevivientes, y señalaron que la mujer debe volver a testificar.
El grupo de derechos humanos dijo que obligar a la testigo a dar su testimonio nuevamente volvería a victimizarla. Su hija murió durante la confrontación en una bodega entre una patrulla del ejército y un grupo de supuestos criminales en 2014.
El año pasado, el grupo de derechos humanos obtuvo copias de las órdenes que recibieron los soldados, a los que se les ordenó “abatir” a los delincuentes, una palabra que en México es comprendida casi por todos como “matar”. Otros puntos en las órdenes algo contradictorias, que constan de tres páginas, también instruían a los soldados a que respetaran los derechos humanos.
Autoridades federales argumentan que “abatir” también tiene otros significados, tales como derribar o humillar. Pero incluso las fuerzas de la policía militar la han utilizado uniformemente en comunicados de prensa anteriores como sinónimo de “matar”.
El grupo de derechos humanos hizo notar el jueves que el hecho de que fue éste, y no el ejército, el que reveló que los seis soldados fueron absueltos en octubre pasado ante una corte militar mostró precisamente la falta de transparencia que continúa en este caso.
Únicamente un soldado fue condenado ante la corte militar por el cargo de desobedecer órdenes. Fue sentenciado a un año de prisión, periodo que ya ha cumplido.
El ejército mexicano no respondió a una solicitud de información referente a las sentencias.
En el momento de los homicidios de 2014, el ejército mexicano difundía comunicados de prensa regularmente con respecto a las confrontaciones en las que los soldados mataban a sospechosos. Después del incidente, la Secretaría de la Defensa dejó de difundir casi en su totalidad dicha información.