La actriz dijo que no basta con agradecer que no la mataron, sino que hay que hacer más y exigir seguridad. Foto: Agencia Reforma
Mientras Susana Zabaleta interpretaba a “Morticia” en el musical “Los Locos Adams”, un grupo de ladrones vació su casa ubicada al sur de la Ciudad de México.
Indignada, violada en su intimidad, pero, sobre todo, muy preocupada por la seguridad de sus dos hijos menores y de ella misma, señaló en conferencia de prensa que todo ocurrió la noche del sábado anterior y, por fortuna, sus hijos estaban con ella en teatro.
“Fue muy triste, creo que estaban vigilando desde hace un buen tiempo la casa y sabía que los sábados doy dos funciones, yo no sé sí había algún cómplice adentro, porque fueron directo a la caja fuerte, había dinero en efectivo, dólares, euros, porque mi hija se va a Europa; los pasaportes de mis hijos, se llevaron todo, joyas, papeles, cosas, utilizaron sábanas para robarse todo, yo calculo que como tres millones de pesos”, indicó la actriz y cantante.
Susana alza la voz, protesta, no acepta el “todo queda en dinero” “qué bueno que no les pasó nada”.
“No puedo quedarme tan tranquila, porque mientras yo estoy trabajando, ganándome el dinero, hay delincuentes que te lo roban, no lo acepto, es como si lo que hacemos, no valiera nada, me indigna que se piense así, lo bueno sería que no nos robaran, que no nos agredieran ni de esa, ni de ninguna forma. Es triste lo que pasa en México”.
Agrega que siente que no basta con agradecer que no la mataron, hay que hacer más, exigir seguridad, investigaciones puntuales, un actuar recíproco de las autoridades, porque ella es una ciudadana, como muchos, como los más en este país, que son gente de trabajo que paga impuestos, que es correcta y merece que las autoridades brinden el mayor esfuerzo.
“Siento que no nada más hay que darle gracias a Dios de que no me mataron, hay que mentárselas a estos delincuentes que se metieron a mi casa, es horrible, es mi casa, y nadie tiene por qué meterse. Cómo me puedo quedar tranquila”.
La actriz detalló que el allanamiento quedó registrado gracias a una videocámara de seguridad de un vecino, y es impresionante la forma en que actuaron, porque entre cuatro individuos rompieron el portón, quebraron vidrios de piso a techo, con absoluta violencia, lo que no sólo le ha quitado el dinero, sino el sueño, la tranquilidad, más por sus dos hijos.
Indicó que tiene una sensación terrible porque sus hijos ya no quieren regresar a la casa “Cómo puedes regresar a tu casa a dormir sola, con tus hijos”.
Sin embargo, ante este desagradable hecho, Susana no piensa en irse del país, porque dice que no se trata de huir, se trata de enfrentar las cosas, por muy complicadas que parezcan en este momento.
“Ni siquiera pienso en mudarme a otra casa, porque sería aceptar que ellos ganaron y no han ganado, hay que denunciar, ya lo hice, cambiar los sistemas de seguridad, lo más importante es que mis hijos se sientan bien en su casa”, agregó la artista, quien señala que por ahora sus niños, que está en casa de su papá, no quieren regresar.
Irse a estados Unidos tanpoco es una solución, porque su trabajo está aquí, su vida, la de sus hijos “no, a qué, hay mejor que exigir aquí. Sí me dan ganas de vomitar, porque no es posible esto”, indicó.
Detalló que es una banda perfectamente bien organizada, de hombres que visten de traje, circulan en autos de lujo, que no despiertan sospechas, pero que actúan con mucha agresividad. .
“Al parecer son colombianos, hubo un enfrentamiento a balazos con un guardia de seguridad, son gente trajeada que uno no piensa que son ladrones, pero son absolutamente profesionales del robo, actúan con extrema violencia”.
Reveló que mientras se encontraba en el teatro, la policía fue a buscarla para informarla del hecho, lo que fue impactante.
Por ahora, confía en el proceder de las autoridades, en la intervención del Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera, y en todas al autoridades, para que no sólo atrapen a esta banda de delincuentes, sino para que brinden mayor seguridad a los mexicanos y que esto no le pase a nadie más, porque es horrible.