Hace unos días, Joaquín Sabina se retorció de coraje cuando Javier “Chicharito” Hernández anotó el gol con el que el Real Madrid dejaba fuera de la Champions al equipo de sus amores, el Atlético de Madrid, sin embargo, hoy ante la prensa mexicana dijo: “que lo meta un mexicano y se llame “Chicharito”, me alegra”.
El cantautor español estuvo en México para promover su disco “500 Noches Para una Crisis”, grabado en vivo en Argentina, además de su gira por México, que incluye ciudades como Torreón, Guadalajara y Tampico, además de cinco conciertos en el Auditorio Nacional.
Sabina se jactó de conocer todo México, de disfrutar su comida, sus sabores, sobre todo su tequila, le gusta tanto, que es fuente de su inspiración, por lo que ha recibido reclamos en otros países.
Con la misma vehemencia que el español habla de futbol, de música, de sus influencias musicales y de México, así habla de política, de los temas sociales, para toda pregunta siempre tiene una respuesta profunda y sincera, jamás se traiciona.
Este es el Sabina genial, impetuoso y simpático de “500 Noches Para una Crisis”, el disco más vendido en España en el último mes. Y lo presenta, como cuando inicia sus conciertos “Señoras y caballeros, porteñas y chacareros: soñadas en los noventa, hay rimas que se reinventan bajo los mismos sombreros. Ojalá que las reciban y sigan latiendo vivas en sus cómplices oídos. Así que, contra el olvido, contra el ébola y el ISIS, para tiempos de tormenta, bienvenidos a 500 noches para una crisis”.
En este nuevo doble álbum en directo CD+DVD, Sabina incluye nuevos temas como la homónima al disco, “Cerrado por derribo”, “Una canción para la Magdalena” y “Noches de boda”, que combina perfecto con sus clásicos como “Conductores suicidas”, “Princesa”, “Más de 100 mentiras”, “Con la frente marchita” y “Tan joven y tan viejo”, hasta completar un total de 24 temas.
En el repertorio resalta su influencia musical del rock, con una acertada versión del clásico de Bob Dylan “It ain´t me babe”, rebautizada como “Ese no soy yo” y dos bonus tracks registrados en los ensayos del concierto, sin público y a puerta cerrada, en los que se puede ver a Sabina y al grupo repasando “De purísima y oro”, otro de los clásicos del disco original de 1999 y “Peces de ciudad”, una rareza que apareció por primera vez en el recopilatorio “Diario de un Peatón”, en 2002.