De acuerdo a un comunicado oficial de Luis Miguel, la Rinofaringitis aguda que padece, que le ha provocado un proceso inflamatorio de la vías aéreas altas, le impidió desempeñarse adecuadamente en los conciertos del 18 y 19 de noviembre en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México, mismos que abandonó apenas a 15 minutos de haber comenzado.
Indican que ya está en tratamiento médico y reposo absoluto y de acuerdo a su recuperación, y cuando sus condiciones lo permitan, regresará a sus actividades profesionales.
El mismo informe adelanta que, ante la situación, el cantante se ve obligado a posponer los conciertos programados en el Auditorio Nacional este 20 y 21 de noviembre.
Aunque entendible, porque las suspensión se debe a un problema de salud, este comunicado llega tarde al ánimo de sus seguidores, que durante los dos conciertos abarrotaron el Auditorio Nacional, y no escucharon de él, directamente, un “disculpen, estoy enfermo y no puedo seguir”, que es lo mínimo que piden de su parte: respeto y atención a quienes lo han apoyado en 33 años de carrera.
Por su parte, el Auditorio Nacional, aún no se manifiesta oficialmente, ya que también se hizo evidente la falta de comunicación con los promotores de Luis Miguel, ya que Gerardo Estrada, Coordinador Ejecutivo del centro de espectáculos, dijo que tampoco habían sido informados exactamente por qué había suspendido el primer concierto y más aún, confirmaron la tarde de ayer, que ya estaba recuperado y cumpliría normalmente con los conciertos que le faltaban, lo que finalmente no sucederá.
Tampoco se ha informado aún, si están en riesgo algunas de las fechas cercanas de su gira que son 25 de noviembre, en Córdoba, Argentina; 27 y 28 en Buenos Aires, Argentina; 30 de noviembre en Santiago de Chile; más 12 conciertos más que tiene programados del 1 al 20 de diciembre en Colombia y Estados Unidos.