En vísperas de las celebraciones por el 5 de Mayo, Warner Music relanza dos álbumes clásicos de Linda Ronstadt: “Canciones de mi Padre” (1987) y “Más Canciones” (1991).
Estas dos recopilaciones, realizadas espléndidamente por la cantante arizonense, son uno de los más grandes homenajes de una artista anglo a la música mexicana, lo que la llevó a ganar los más grandes premios en la industria musical a nivel internacional, y a cantar con legendarias figuras de nuestra música como Lola Beltrán.
Aunque ya retirada desde hace algunos años, víctima de Parkinson, Linda, nacida en Tucson, e hija de padre alemán y madre holandesa, preserva en estos dos discos, el amor y el respeto que guarda a la verdadera música ranchera cantada en perfecto español con su voz de soprano.
“Canciones de mi Padre” (1987) contiene temas como “Por un Amor”, “Los Laureles”, “Hay unos Ojos”, “La Cigarra”, “Tú Sólo tú”, “El Gusto”, “Canción Mixteca”, “Y Ándale”, “Rogaciano el Huapanguero”, “Dos Arbolitos”, “El Crucifijo de Piedra”, “La Charreda”, “La Barca de Guaymas”, “La Calandria”, “Corrido de Cananea” y “El sol que tú Eres”.
Por su parte, “Más Canciones” (1991” contiene, entre otras, “Mi Ranchito”, “Siempre Hace Frío”, “Grítenme Piedras del Campo”, “El Crucifijo de Piedra” y “Tata Dios”, entre otras.
Sin duda, uno de los mejores discos de música ranchera de una cantante estadounidense.