Los Angeles.- “Inside Out” (“Intensa-Mente”) se sirve de la neurociencia real y las más avanzadas investigaciones psicológicas para llegar a donde ninguna otra película animada se había adentrado: las profundidades del cerebro de una niña.
El muy anticipado estreno de Pixar se anuncia como “una gran película de emociones”. El viernes llegará a los cines de Estados Unidos, México, Argentina, Colombia, Chile y Venezuela.
Su historia se centra en Riley, una niña feliz de 11 años a la que le encanta el hockey, aunque en realidad la mayor parte de la acción transcurre dentro de su cabeza, donde las emociones personificadas (Alegría, Furia, Disgusto, Temor y Tristeza) están al mando de las operaciones.
Cuando Riley es impactada por la mudanza de su familia al otro extremo del país, sus emociones deben navegar por su subconsciente, sus sueños y sus recuerdos para restaurar el balance y proteger su personalidad floreciente.
Este no es sólo un territorio emocionante para las películas animadas familiares. Según los expertos, es adecuado científicamente y podría ampliar el conocimiento popular sobre las emociones.
“Realmente nos cuenta algo muy real y único sobre las experiencias emocionales”, dijo el profesor de psicología Dacher Keltner de la Universidad de California en Berkeley, experto en el estudio de las emociones que asesoró a Pixar y que vio una de las primeras funciones de la cinta.
“La película sugiere que, de alguna manera, todas las emociones tienen su propósito, y es muy acorde con los estudios científicos recientes”.
El guionista y director Pete Docter quería entender profundamente la ciencia detrás de conceptos tan intelectuales como la personalidad y la memoria antes de interpretarlos visualmente en la pantalla. Revisó estudios científicos y comparó ideas para la historia con Keltner y otros expertos mientras iban desarrollando la película.
“Sentí una gran responsabilidad (para ser preciso)”, dijo Docter. “Esto me frenó por un tiempo mientras tomaba decisiones. Recuerdo estar preocupado en mi oficina, como diciendo … ¿qué pasa si lo retrato mal?”.
Los artistas de Pixar tuvieron que imaginar cómo retratarían los recuerdos: ¿cómo se almacenarían, por qué algunos se olvidan y a dónde van? Pensaron en formas de representar cosas intangibles como la personalidad y el subconsciente.
Al final de cuentas la precisión científica adquirió un papel secundario en la historia.
“No queríamos hacer algo que llevara a la gente a reírse de nosotros, pero realmente nos tomamos ciertas libertadas y ampliamos los límites”, dijo Docter.
En la película Riley se molesta cuando su familia se muda de Minnesota a San Francisco obligándola a dejar atrás a su mejor amiga y su equipo de hockey y tener que ir a una nueva escuela. Dentro de su cabeza, Alegría (en la voz de Amy Poehler) suele dirigir al resto de las emociones, pero Tristeza (Phyllis Smith) asume el control tras la mudanza.
Mientras que Alegría lucha por el control, ella y Tristeza se pierden en los recovecos de la mente de Riley, por lo que Temor (Bill Hader), Furia (Lewis Black) y Desagrado (Mindy Kaling) tienen que hacerse cargo de la mente de Riley, quien luce molesta y huraña ante el munto exterior. Hasta que Alegría y Tristeza hacen las paces y regresan a su lugar en el “Cuartel Central”.
Poehler dijo que la forma de abordar las emociones en la película es “un concepto revolucionario”.
“Suelen decirnos que la búsqueda constante de la felicidad es lo que necesitamos hacer, si no lo haces estás mal”, dijo la actriz. “En vez, este gran concepto de sentir tus emociones y tratar de mantenerte fiel a quien eres y a lo que quieres es el aprendizaje. ¡Así es la vida!”.
La historia le da importancia al bienestar de una niña, dijo Kaling.
“Este es un gran estreno de verano, y la travesía por la que pasa no es para encontrar un collar de cristal o un amuleto ni para matar un dragón o encontrar una bruja para descifrar un acertijo, es simplemente para ser feliz”, destacó.
Keltner, cuyos estudios sobre la emoción involucran monitorear el flujo de la sangre en el cerebro y medir los movimientos de los músculos faciales, dijo que ver las descripciones creativas de la mente, los recuerdos y los sentimientos en la película fue “emocionante”.
“Hicieron un trabajo fiel y se esforzaron por pensar dentro de los límites de la película sobre lo que la ciencia de la emoción ha revelado a nivel fundamental”, dijo.
“Del 1 al 10 le daría un 9”, indicó en cuanto a la precisión del filme.
El productor Jonas Rivera dijo que el manejo que se le dio al tema es “uno de los mayores éxitos en las teorías sobre la mente”.
“Es tan divertido y juguetón que incluso el científico más devoto puede verlo”, dijo. “Si hay algunas imprecisiones científicas, bueno, pues los sentimientos también llevan pantalones”.
Keltner considera que la ciencia que presenta es lo suficientemente exacta como para que la conmovedora historia pueda influir en cómo la gente percibe sus emociones.
“Denigramos las emociones, y esta película dice: las emociones son la forma en la que vemos el mundo y cómo nos relacionamos con otra gente”, dijo.
Para los niños es “liberador” tener estos personajes como un modo para describir sus sentimientos, dijo Poehler, quien tiene dos hijos pequeños. Considera que puede ser igual de útil para los adultos.
“Cuando estás viviendo el momento, estás a nivel de la calle”, dijo. “Esta película te da la perspectiva de un pájaro de lo que te hacen los pensamientos y las emociones, cómo se ven y lo que quieren”.
Hacer “Inside Out” cambió la perspectiva de Docter sobre el comportamiento humano.
“Todas estas emociones están de alguna manera programadas para actuar bajo el límite de la consciencia”, dijo. “Verlo un poco más claro me hizo darme cuenta, de alguna manera, de que hay que ser un poco más tolerante con la gente”.