Además de su gran voz, a Mariah Carey se le conoce por recurrir a los retoques digitales en sus fotografías para lucir más delgada.
Sin embargo, en la portada de su nuevo álbum “#1 to Infinity”, que recopila todos sus éxitos, parece que a alguien se le fue la mano con el Photoshop.
La cantante luce con libras de menos y un cuerpo mucho más estilizado que el que se le vio la última vez que estuvo sobre el escenario, el pasado 14 de marzo. Su imagen entonces era, sin duda, totalmente distinta, más voluptuosa y curvilínea.
Carey, de 45 años y madre de mellizos, fue duramente criticada tanto por los medios como en las redes sociales por querer alterar su físico, “borrando” digitalmente sus curvas.