Los Angeles.- Alejandro González Iñárritu y Emmanuel Lubezki podrían hacer historia en los Oscar el domingo por la noche, cuando ambos tienen grandes probabilidades de llevarse los premios al mejor director y la mejor cinematografía, respectivamente, por “The Revenant”.
Sería el tercer año consecutivo que se premie a un director mexicano, tras las victorias de Iñárritu por “Birdman” (2015) y Alfonso Cuarón por “Gravity” (2014), e Iñárritu sería el primero laureado dos años seguidos en la categoría. Lubezki, quien fue galardonado por la fotografía de ambas películas, se convertiría en el primer director de cinematografía en lograr la hazaña tres veces consecutivas.
“The Revenant” encabeza la lista de nominados con 12 candidaturas que incluyen mejor película y mejor actor, por el trabajo de Leonardo DiCaprio.
Mientras que todo indica que el astro de Hollywood finalmente se alzará con el honor (esta es su quinta candidatura como actor) por su papel de Hugh Glass, un explorador atacado por un oso y abandonado por sus compañeros al creerlo muerto, las posibilidades de que el brutal western obtenga el premio mayor son grandes pero no seguras.
Aunque el filme tuvo un gran desempeño en taquilla y triunfó en los BAFTA del cine británico, los tres principales sindicatos de la industria hollywoodense — de actores, directores y productores de cine— se dividieron y galardonaron tres filmes diferentes que hoy se consideran los principales contendientes: “The Revenant”, la cinta de Adam McKay sobre el colapso financiero “The Big Short” y el drama periodístico de Tom McCarthy “Spotlight”.
Otro que parece tener la victoria asegurada es Sylvester Stallone, nominado a mejor actor de reparto por su repetición del emblemático Rocky Balboa en la cinta de boxeo “Creed”.
Pero los titulares este año no se han enfocado tanto en los nominados como en los desairados. La postulación de actores solo blancos por segundo año consecutivo restauró la prominencia del hashtag “OscarsSoWhite” (OscarTanBlanco) y llevó a Spike Lee (ganador de un Oscar honorario este año) y Jada Pinkett Smith a anunciar que no asistirían a la gala. Tampoco estarán presentes grandes directores afroamericanos como Ryan Coogler (“Creed”) y Ava DuVernay (“Selma”).
Hollywood se prepara para una ceremonia que pareciera de alto riesgo. El público y las estrellas esperan con ansias el monólogo de apertura del anfitrión de esta edición, Chris Rock, considerado uno de los comentaristas más sinceros de Estados Unidos en lo que a raza se refiere. El comediante negro, quien fungió como maestro de ceremonias en 2005, no concedió las usuales entrevistas previas al espectáculo y se ha mantenido mudo, aunque el viernes tuiteó misteriosamente un video de estática de TV etiquetado “blackout” (en español apagón, pero que este año podría verse como un juego de palabras: “black out”, o “negro fuera”). Lo acompañó con un “nos vemos el domingo”.
También se esperaban protestas cerca de la alfombra roja desplegada afuera del Teatro Dolby de Los Angeles. La seguridad se incrementó en el área en especial porque el vicepresidente Joe Biden asistirá para dar, junto con Lady Gaga, una presentación especial contra la violencia sexual.
Entre los nominados latinoamericanos se destaca Colombia, que compite por primera vez por un Premio de la Academia, el de mejor cinta en lengua extranjera, con “El abrazo de la serpiente” de Ciro Guerra. También figuran entre los candidatos el editor de sonido mexicano Martín Hernández, por su trabajo en “The Revenant”, y el realizador chileno Gabriel Osorio por el cortometraje animado “Historia de un oso”.
Aunque en años recientes las películas independientes han dominado los Premios de la Academia, cinco de las ocho candidatas a mejor película provienen de grandes estudios, incluyendo los éxitos “The Martian” y “Mad Max: Fury Road”. La más taquillera de la última década, “Star Wars: The Force Awakens”, solo consiguió cinco candidaturas en categorías técnicas.