Ser un famoso puede “marear” a muchos actores, sin embargo, Julio Mannino refiere que él jamás, pues en 25 años de carrera ha pasado por experiencias tan duras, que tiene los pies bien firmes sobre la tierra.
“Yo no me mareo, con todo lo que me costó, lo que viví… tengo demasiado jale hacia abajo como para no elevarme, lo que vendo es mi talento, no el físico”, refiere Julio, quien forma parte del elenco de “Sueño de Amor”, nueva telenovela de Juan Osorio.
“Estoy contento, con paz, he hecho cosas importantes como ‘Niña amada mía’, ‘La fea más bella’, tres temporadas de una serie de televisión en Estados Unidos, y muchas cosas más. Mi vocación es esta: actuar”, refiere.
Tres intentos de suicidio y un inicio muy difícil
A los 20 años de edad, Julio dejó todo por cumplir su sueño de ser actor, decisión que le valió perderlo casi todo, vivir un tiempo de carencias y sobreviviendo incluso a tres intentos de suicidio.
El actor revela que cuando su papá se enteró que no haría una carrera universitaria tradicional, lo corrió de su casa, le quitó el auto, todo y lo obligó a buscar su vida en otra parte. Con muchos sacrificios, logró seguir estudiando en el Centro de Educación Artística de Televisa, el CEA, con un beca que le permitía tener para comer, pero lo peor vino cuando al terminar los estudios, se encontró sin trabajo.
“Viví ocho meses robándome comida de los supermercados, porque no tenía trabajo cuando salí del CEA. Sales y no hay chamba; tú piensas, salí bien, se van a pelear por mí y no es cierto, pasaron ocho meses, no tenía para pagar renta, pasé hambres, tres intentos de suicidio, fue muy difícil”.
Y es que a los 20 años a veces la vida se ve doblemente complicada “yo no sabía lo que era la vida, no sabía lo que era tener que trabajar para comprarme un pan, hasta que me vine a un cuarto de servicio que Rosamaría Bianchi me consiguió; mi refrigerador era una cubeta de agua. Muchas veces pensé que me había equivocado y no servía para esto”.
Pero hoy Julio tiene la satisfacción de haberse labrado un prestigio a base de mucho trabajo “con orgullo, puedo decir que no le debo nada a nadie, no tengo padrinos ni familiares que me hayan ayudado en esta carrera y a la fecha puedo decir que trabajo cuando quiero, cuando me gusta y eso para mí es pleno y maravilloso. A 25 años de aquellos momentos, no sé dónde estoy ubicado en el medio, pero estoy contento, porque estoy viviendo de lo que me gusta”, relata Mannino.