Buenos Aires.- Ya jugaron tres veces sin sacarse ventajas, por lo que no hay mucho misterio. Será un partido reñido entre dos equipos parejos y el principal interrogante es ver si a Tigres, que carga con las esperanzas de todo México, lo afecta el miedo escénico cuando enfrente el miércoles a River Plate en el mítico estadio “Monumental” para decidir el ganador de la Copa Libertadores.
River va por su tercera copa y Tigres por la primera no solo para el club sino también para el fútbol de México.
Tras un empate sin goles en el duelo de ida en Monterrey, en caso de otra igualdad se disputará un alargue de media hora y si la paridad persiste el campeón se definirá por penales. Los goles como visitante no tienen un valor especial.
“Ellos ya se sienten campeones”, por su historia y por ser locales, “pero nosotros vamos tranquilos”, destacó el centrocampista de Tigres Egidio Arévalo Ríos. “Además, si están tan confiados, eso se les puede volver en contra, puede ser una presión; la moneda está en el aire y no nos vamos a entregar en ningún momento”, agregó el integrante de la selección de Uruguay que obtuvo el cuarto puesto en el Mundial de Sudáfrica 2010.
River y Tigres vienen de tres empates seguidos entre sí ya que chocaron en uno de los grupos de la primera fase, igualando 1-1 en Buenos Aires y 2-2 en Monterrey. Mientras los Millonarios pasaron a octavos como el peor de los 16 equipos, los Felinos lo hicieron como el segundo mejor de todos.
River, de hecho, sobrevivió a la primera ronda gracias a Tigres, que ya clasificado y con suplentes derrotó como visitante a Juan Aurich de Perú 5-4 tras ir perdiendo dos veces en el último partido de ese grupo. Una derrota de Tigres le hubiese dado el pase a los peruanos y eliminado a los argentinos.
“Esperemos que Tigres no nos dañe demasiado. Además sería muy raro que a sus jugadores le tiemblen las `patas’ (piernas)”, declaró el técnico de River Marcelo Gallardo, enlace del equipo riverplatense que ganó por última vez la copa en 1996, tras haber embolsado la primera una década antes. “Ahora estamos ante la posibilidad única que es volver a ganar el título ante un rival que tiene jugadores desequilibrantes y de jerarquía”, agregó.
River llega envuelto en problemas: su defensor Gabriel Mercado recibió la segunda amarilla en Monterrey y su lugar lo ocupará el uruguayo Camilo Mayada. Por lesiones musculares también estarán ausentes el centrocampista uruguayo Tabaré Viudez y el goleador Rodrigo Mora, quienes serán reemplazados por Nicolás Bertolo y Fernando Cavenaghi, según confirmó el lunes Gallardo. El “Muñeco”, por su parte, no podrá salir en el banco ni dar instrucciones en el entretiempo por su expulsión en el choque de ida por protestar un fallo arbitral.
“Tenemos la confianza necesaria para ganar la copa, debemos ser protagonistas en nuestro estadio porque estamos a un paso de algo histórico”, subrayó el zaguero central de River Jonatan Maidana, campeón con Boca Juniors de la Libertadores de 2007.
Tigres saldrá debilitado por la ausencia de su defensor Hugo Ayala, quien se fracturó su tobillo izquierdo en el choque de ida. Todo indica que el técnico Ricardo “Tuca” Ferretti lo reemplazaría por José Rivas, en lo que sería el único cambio con respecto al primer partido.
Para las instancias finales, Tigres se reforzó hasta los dientes, con figuras tales como Jurgen Damm, Javier Aquino y el delantero francés André-Pierre Gignac, segundo mejor goleador de la liga francesa la temporada pasada con el Olympique de Marsella, con 23 tantos, y que en el segundo partido ante Internacional convirtió su primer tanto en México.
River ya tiene asegurada su participación en el Mundial de Clubes en diciembre en Japón, pues el reglamento de la Conmebol estipula que, como invitados de otra confederación, los clubes mexicanos no pueden acudir a ese campeonato incluso si ganan la Libertadores. México puede clasificar a sus equipos desde la Concacaf.
“Atención que nosotros igual nos estamos jugando todo”, advirtió el centrocampista de los felinos Damián Alvarez, ex jugador de River. “Dentro de la cancha somos 11 guerreros a morir porque queremos ser el primer equipo mexicano en ganar la Libertadores. La gente tiene su peso específico porque somos visitantes, pero no entra a jugar a la cancha”.
Con 23 títulos, el fútbol argentino es el máximo campeón de esta copa que se juega desde 1960 y cuyo anterior campeón fue San Lorenzo, de Buenos Aires. México, que lo hace como invitado desde 1999, alcanzó la final en dos ocasiones cuando Cruz Azul y las Chivas de Guadalajara perdieron ante el argentino Boca Juniors (2001) y el brasileño Internacional de Porto Alegre (2010), respectivamente.
El partido se jugará desde las 22.00 (0100 GMT) en el estadio Monumental, que se espera esté colmado por unas 62.000 personas.