Dallas, Texas.- Clinton Drew Dempsey y poco más. Estados Unidos tuvo un debut que más que generar ilusión despertó una gran cantidad de dudas de lo que el equipo de Jürgen Klinsmann puede conseguir en la Copa Oro 2015 más allá del apretado 2-1 que consiguió sobre Honduras.
Tuvo que venir el hombre de la polémica, aquel que perdió la capitanía por decisión del DT estadounidense para calmar las ansias hondureñas, que con muy poco, pusieron en predicamento la cabaña defendida por Brad Guzan.
La pegada que le faltó al cuadro catracho en los primeros minutos fue equivalente a la precisión que tuvo el delantero del Seattle Sounders para aparecer en dos momentos clave.
Si Lozano dejó ir una clara al minuto 6, Dempsey aprovechó la primera aproximación de Estados Unidos al arco hondureño y tras una pelota parada y la serie de rebotes que generó, apareció la cabeza de Clinton para mandar la pelota al fondo con gran fortuna.
A partir de ahí los norteamericanos se adueñaron del partido y Yedlin dejó ir el segundo en un mano a mano que resolvió de gran forma Donis Escober.
Las revoluciones de la visita bajaron y el equipo de Klinsmann se encontró con su lugar más cómodo, adormiló el partido, mantuvo la pelota y en un latigazo al 61’ Demsey consiguió su doblete y los tres puntos en el titubeante debut.
Y es que Honduras reaccionó de casi de inmediato con una buena jugada que terminó en mejor definición de Discua, pero la puntería solo le sonrió una vez, pues en la recta final del partido Erick Andino no supo con qué empujar una pelota que le botó a media altura y se fue de largo pese a la portería abierta.
Discua y Quioto mantuvieron el vértigo en las bandas para Honduras pero en el centro nadie mató. El tiempo se diluyó, pero las dudas no y esas son las que Klinsmann deberá disipar ante un Haití que parece a modo para redimirse.