Manila.- El boxeador filipino Manny Pacquiao expresó hoy su conmoción ante las revelaciones de los militantes del grupo terrorista Abu Sayyaf que tenía planes de secuestrarlo a él o a uno de sus hijos con el fin de recabar fondos para el terrorista Estado Islámico (EI).
“Estoy en schock. Saber que Abu Sayyaf me quería secuestrar me sorprende porque todos los filipinos son mis amigos”, indicó la leyenda del boxeo filipino sobre las revelaciones hechas la víspera por el presidente de Filipinas, Benigno Aquino III.
En una declaración en la que condenó la reciente ejecución del turista canadiense John Ridsdel, Aquino indicó que Abu Sayyaf planeaba una serie de atrocidades para conseguir ser aceptado por el EI, organización a la que el grupo islamista filipino ha jurado lealtad.
El mandatario destacó en un intento por ganar votos ante los yihadistas del EI, Abu Sayyaf había planeado secuestrar al icono del boxeo filipino a su hijo, a miembros de su familia, como su hermana, la actriz Kriss Aquino, e incluso atentar contra su propia vida.
“Me alarmé cuando conocí este anunció”, dijo este jueves el boxeador y miembro del Congreso de Filipinas en declaraciones a la prensa local e internacional desde su residencia en Manila, según reporte del sitio Bleacher Report.
El “Pac-Man”, como es conocido en Filipinas el campeón mundial de boxeo de ocho divisiones, expresó su preocupación y confusión por las revelaciones del mandatario e indicó que el supuesto plan no debería haberse hecho público.
“Si (el complot) procede de un informe de Inteligencia, lo que debería haber sido era mantenerse en secreto y no necesitaba ser anunciado”, dijo Pacquiao, quien el pasado 9 de abril anunció su retiro del boxeo después de una victoria por decisión unánime sobre Timothy Bradley.
El actual candidato al Senado de Filipinas reveló que tras conocer la declaración del presidente filipino recibió llamadas de amigos y conocidos y decidió aumentar la seguridad a su mujer y sus cinco hijos, quienes residen en General Santos City, a mil kilómetros al sur de Manila.
“Pedimos seguridad, protección para mis hijos, mi familia para asegurarse de estarán seguros, sobre todo porque ahora no estoy allí”, dijo Pacquiao, sin dar detalles sobre las medidas adoptadas.
General Santos City está en Mindanao, la región del sur de Filipinas, donde se encuentran una gran variedad de grupos militantes islámicos y la insurgencia separatista Abu Sayyaf, cuyo principal bastión se ubica a unos 400 kilómetros de la ciudad donde vive la familia de “Pac-Man”.
Pacquiao, un cristiano evangélico, aseguró que tenía buenas relaciones con los musulmanes en el sur de Filipinas y descartó que pudiera ser objetivo de los islamistas ”No creo que nuestros hermanos musulmanes pudieran hacer eso”, dijo.
Pese a la amenaza de que pueda ser blanco del grupo extremista, el boxeador de 37 años de edad afirmó que no estaba asustado por su seguridad y que continuará su campaña para lograr un asiento en el Senado en las elecciones de mayo reuniéndose con grandes multitudes.
“Yo vivo mi vida todos los días como si fuera el último, así que no tengo miedo. Dios está conmigo”, subrayó.
Desde su creación en 1991, Abu Sayyaf ha llevado a cabo atentados con bombas, secuestros, ejecuciones y extorsión como parte de su lucha para establecer un Estado independiente regido por la Sharia (Ley Islámica) en el sur de Filipinas.
Se estima que Abu Sayyaf (Padre del Fabricante de Espadas) cuenta con 700 militantes en las islas de Joló, Basilán y Mindanao y que tiene en su poder a varios rehenes, entre ellos otro canadiense, un noruego y una filipina, secuestrados junto con Ridsdel en septiembre pasado.