Cincinnati.- Todd Frazier esperó hasta su último swing – tres veces – para ganar el Derby de Jonrones del Juego de Estrellas en su propio parque.
En ningún momento se mostró presionado.
El antesalista de los Rojos se convirtió el lunes en apenas el segundo jugador en la historia en ganar el festival de cuadrangulares en casa de su equipo, luego de superar al novato de los Dodgers, Joc Pederson, por 15-14 en una nueva remontada que coronó con otro largo y enfático swing.
“Con los aficionados aquí no hay presión”, dijo tras aceptar su trofeo como campeón y recibir una última ovación.
Frazier se unió a Ryne Sandberg, de los Cachorros, en conquistar la competencia en casa, luego de que el segunda base miembro del Salón de la Fama lo lograra en Wrigley Field en 1990. Para Frazier, el título es tan gratificante como su último swing, especialmente luego de quedar en segundo lugar en el Derby del año pasado, en Minneapolis.
“Eso me motivó mucho”, dijo el ganador. “Quería volver a la competencia. Trabajé en ello durante temporadas. Estoy contento de que haya sucedido en Cincinnati, y que los aficionados pudieran disfrutar esto conmigo”.
Pederson intentaba convertirse en el primer novato desde Wally Joyner en 1986 en ganar o compartir el cetro. Sus 14 vuelacercas de la última ronda igualaron el total más alto de la competencia hasta ese momento, dejándole a Frazier el camino cuesta arriba.
Frazier lo empató con 11 segundos restantes durante su ronda de 5 minutos, y recibió 30 segundos adicionales debido a que conectó suficientes a la distancia necesaria para conseguir una bonificación de tiempo. En el primer lanzamiento de su hermano mayor, Charles, Frazier infló las mejillas y exhaló con fuerza luego de conectar una esférica con solidez. “Se fue”, dijo mientras la pelota se enfilaba rumbo a las gradas de jardín izquierdo.
Ganó sus tres enfrentamientos con su último swing, venciendo a Prince Fielder en la primera ronda y a Josh Donaldson en las semifinales.
Frazier era el favorito para ganar en el estadio de su equipo, con el objetivo de convertir el fin de semana del Juego de Estrellas en un evento exclusivo de Cincinnati. El receptor de los Cubs, Kyle Schwarber, un aficionado de los Rojos que creció en la población cercana de Middletown, Ohio, fue el Jugador Más Valioso del Juego de Promesas, al batear el domingo un triple de dos carreras.
El tercera base se había preparado para el Derby durante toda la temporada. El año pasado tuvo un declive marcado en las finales, donde cayó 9-1 ante el cubano Yoenis Céspedes. Estaba tan cansado que apenas pudo sacar una pelota del campo, por lo que esta vez pensó en llevar un mejor ritmo.
Resistió lo suficiente para lograr avanzar y al final amplió su reputación de batear jonrones en los momentos importantes.
Frazier, nativo de Nueva Jersey, fue miembro del equipo de 1998 de Toms River que venció a Japón en el juego por el campeonato de la Serie Mundial de Ligas Pequeñas. En el partido definitivo, pegó cuatro hits, incluyendo un cuadrangular. Y ahora también puede presumir su título como jonronero.