Nueva York.- Inmerso en una fiesta popular en el municipio de Puerto Rico donde nació, Carlos Correa ya se fijaba metas para superar su primera temporada en las Grandes Ligas, en la que acabó consagrándose como el Novato del Año en la Liga Americana.
Apenas acaben los festejos, el torpedero que cumplió 21 años en septiembre empezará a preparar su segunda campaña con los Astros de Houston y quiere mejorar “en todo”.
“Quiero defender mejor, robar más bases, conectar la pelota lejos”, dijo Correa el lunes tras convertirse en el sexto puertorriqueño en obtener el Novato del Año.
Su contraparte en la Liga Nacional salió elegido de forma unánime: el tercera base de los Cachorros Kris Bryan.
Ambos fueron fundamentales para que sus equipos volvieran a la postemporada tras largas ausencias, los Astros desde 2005 y Chicago desde 2008.
Los premios fueron anunciados el lunes. Rodeado por familiares y luciendo su característico sombrero fedora, Correa recibió la noticia en la alcaldía de Santa Isabel, el municipio en la costa sur de la isla. Su primer agradecimiento fue hacia Carlos padre, quien estaba a su izquierda al momento de la presentación transmitida por MLB Network.
“Lo fue todo para mi carrera”, dijo Correa sobre su padre. “Fue quien se encargó de guiarme, quien me enseñó a trabajar duro todos los días. Es a quien le debo lo que soy hoy en día no solo como jugador, sino también como ser humano”.
“Significa demasiado haber recibido el premio en un fiesta con el pueblo que tanto amo”, añadió.
Correa, quien con 21 años es el jugador de posición más joven en las mayores, superó a otro torpedero boricua en la votación, Francisco Lindor.
Primera selección del draft de 2012, Correa debutó el 8 de junio y sacudió 22 jonrones, la mayor cantidad de un novato en las mayores. Es también un récord para un novato de la franquicia.
Asimismo, Correa produjo 68 carreras, con 22 dobles y un total de 45 extrabases.
“Fue una temporada de esas que solo se dan en sueños”, dijo Correa. “Si me dicen antes de la campaña, no te iba creer”.
Correa recibió 17 votos al primer lugar y 13 a segundo para acumular 124 puntos en la votación de la Asociación de Cronistas de Norteamérica.
Lindor, de los Indios de Cleveland, quedó segundo con 13 votos a primero y 109 puntos. El dominicano Miguel Sanó, quien se desempeñó primordialmente como bateador designado con los Mellizos de Minnesota, se ubicó tercero con 20 puntos, y el cerrador mexicano de los Azulejos de Toronto Roberto Osuna quedó cuarto con ocho.
“Me alegro por él y lo que me pone más contento es que el premio se quedó en Puerto Rico”, dijo Lindor, cuyo debut se produjo una semana después al de Correa.
Los otros boricuas que han ganado el premio fueron Carlos Beltrán, Sandy Alomar hijo, Geovany Soto, Benito Santiago y Orlando Cepeda, este último miembro del Salón de la Fama.
Correa se entusiasmó con el impacto que su irrupción y –ahora el trofeo de Novato del Año– pueda tener para futuras generaciones. Al arranque de la campaña, apenas 13 jugadores nacidos en la isla estaban en los rosters de los 30 clubes, muy por detrás de los 83 de la República Dominicana.
“Quiero ser un buen ejemplo para esos chicos que me quieren imitar”, señaló Correa.
Bryant, por su parte, acaparó los 30 votos a primer lugar para una puntuación perfecta de 150.
El antesalista de los Gigantes Matt Duffy figuró segundo con 70 puntos y el infielder surcoreano de los Piratas Jung Ho Kang quedó tercero con 28 puntos.
Bryant, de 23 años, bateó para .275 y lideró a todos los novatos con sus 26 jonrones, 31 dobles y 99 carreras impulsadas.
Luego que los Cachorros le mantuvieron en las menores al inicio de la temporada, Bryant debutó el 17 de abril y no tardó en causar impacto en un equipo que acabó colocando hasta cuatro novatos — Jorge Soler, Addison Russell y Kyle Schwarber — en su alineación regular.
“Nos ayudamos entre todos”, dijo Bryant sobre la camada 2015 de los Cachorros, que sucumbió ante los Mets de Nueva York en la serie de campeonato de la Nacional. “A cada uno le tocó un momento de bajón durante la temporada y como que cada uno sirvió de apoyo por ser los novatos. Fuimos unidos y aprendimos de cada uno, lo que facilitó el proceso de aprendizaje”.