Buenos Aires.- La incertidumbre sobre el regreso de Lionel Messi a la Selección argentina continúa en medio del caos que enfrenta el futbol del país sudamericano y que necesita de su figura para soñar con el Mundial Rusia 2018.
Messi provocó un cimbronazo nacional el pasado 26 de junio al anunciar que dejaba la Selección después de perder la final de la Copa América frente a Chile en Estados Unidos.
Fue la tercera derrota consecutiva de Argentina en una final en sólo tres años, después del Mundial Brasil 2014 y la Copa América 2015, y medios y aficionados centraron sus críticas a Messi.
Los constantes ataques y el maltrato inmediato hacia la figura del mejor jugador del mundo mutaron en sorpresa e incredulidad cuando renunció en una entrevista posterior al partido y comenzó entonces una intensa campaña para que vuelva.
“No te vayas Lio”, fue el mensaje que copó durante días las redes sociales, a lo que se sumaron cartas, videos y llamadas, desde el presidente Mauricio Macri, hasta famosos conductores, maestros de escuelas humildes o niños que lloraban por la partida de su ídolo.
Las masivas e inéditas muestras de cariño hacia Messi lograron conmoverlo y varios de sus compañeros más cercanos dieron por hecho que volvería a la Selección pero no en los partidos que vienen por las eliminatorias de Rusia 2018.
Los compromisos inmediatos del seleccionado tienen fecha para el 1 y 6 de septiembre, primero como local ante Uruguay y luego como visitante frente a Venezuela, pero se especulaba con que Messi volvería hasta octubre, cuando disputará partidos con Perú y Paraguay.
Los rumores que garantizaban el regreso de la estrella de Barcelona se paralizaron esta semana con la intempestiva renuncia del director técnico de la Selección, Gerardo Martino, quien ya no soportó más la desorganización de la Asociación del Futbol Argentino (AFA).
A sólo un mes de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, Martino, que venía de padecer la derrota en la final de la Copa América, se encontró conque no podía armar un equipo porque los clubes argentinos y europeos le negaban el préstamos de jugadores, por lo que decidió irse.
La decisión de Marino debilitó la posibilidad de que Messi regrese, ya que antes de irse el jugador también había manifestado su fastidio por la AFA, una organización que está sumida en el desorden financiero, institucional y deportivo.
Si Messi mantiene su renuncia, se irá convertido en el máximo goleador en la historia de la Selección, con 55 tantos logrados en 113 partidos, pero con la frustración de no haber logrado alzar ningún trofeo internacional con la camiseta albiceleste.