Ambos equipos se juegan toda la temporada en este encuentro que tendrá como escenario el inmueble de la colonia Noche Buena, y en el que la afición celeste espera ver que se escuadra logre terminar con tres certámenes sin estar en la fiesta grande.

De ahí la importancia del cuadro cementero de salir a buscar el resultado si aspiran a terminar con esa racha negativa que en caso de no hacerlo sería un fracaso más a la ya de por sí triste historia de la institución.

Cruz Azul no se puede dar el lujo de quedar fuera otra vez de la liguilla pues se ha visto que de la mano de Tomás Boy sufrió un cambio positivo con buen futbol y goles, lo que le ha permitido estar cerca de la calificación y regresar a una pelea por el título.

Pero los dirigidos por Boy deberán tomar en cuenta que enfrente tendrán a un rival que ha disputado cuatro finales en los últimos tres años y no quiere quedar fuera de esta sin antes hacer una buena defensa de su último cetro.

Sin embargo, el tener toda esa actividad en la disputa de finales le ha llevado a tener una fatiga crónica a su plantel y eso puede ser un punto en contra en sus aspiraciones de volver a estar en una liguilla e incluso llegar a la última instancia.

De esta manera, las dos escuadras ponen en juego su trabajo de los últimos seis meses, la “Máquina Celeste” es octavo con 22 puntos, mientras que Tigres está un escalón abajo con 21, por lo que no les queda más que ganar sí o sí, o quedan fuera.

Un empate los pondría en jaque a los dos ya que un triunfo de Pumas de la UNAM sobre el América el domingo en CU, los dejaría fuera en automático, pero en caso de que el once “auriazul” no gane, avanzaría el conjunto de La Noria.

Para este encuentro decisivo entre Cruz Azul y la UANL, el silbante encargado de llevar las acciones será César Arturo Ramos, quien estará apoyado en las bandas por Andrés Hernández, auxiliar número uno, y Christian Espinosa (dos).