México.- El director técnico del América, Ignacio Ambriz, subrayó que la serie de semifinales contra Monterrey sigue abierta, por lo que el sábado su equipo saldrá a proponer el juego en busca de ese gol de visitante que los lleve a la final.
El miércoles, en el estadio Azteca, las Águilas superaron por la mínima diferencia de 1-0 a Rayados, así que para el timonel de la escuadra azulcrema no hay nada definido y valoró el buen juego de ambos conjuntos en este primer capítulo.
“Es muy buen partido de los dos equipos de ida y vuelta, con ocasiones de gol para ambos equipos y al final nosotros acertamos y pienso que la serie está abierta”, manifestó el estratega.
Aseveró que la diferencia fue el tanto del paraguayo Osvaldo Martínez, dado que los regiomontanos también crearon ocasiones de peligro, pero Hugo González tuvo una gran actuación.
“Esto es de goles y hoy hicimos uno, ellos tienen ocasiones de gol y al final fue 1-0 a favor nuestro y necesitamos hacer un gran partido allá en Monterrey”, indicó.
El timonel americanista destacó el hecho de mantener su puerta en cero y en la Sultana del Norte esperan marcar para obligar a los regios a hacer tres dianas.
“Fue importante no recibir gol y allá vamos a intentar hacer goles, no nos podemos conformar con el 1-0, el partido será abierto y esperamos ser contundentes”.
Sobre la suplencia del capitán Rubens Sambueza, el entrenador azulcrema detalló que fue una decisión personal hablada con el propio jugador y por fortuna el plan surtió efecto.
“Fue entre Rubens y yo lo que hablamos, son decisiones que uno debe tomar y el equipo juega bien. Él nos ayuda mucho, fue cosa que hablamos y esto ahí se queda”.
Respecto al brasileño William da Silva, quien jugó de titular, destacó que “ayuda en el trabajo defensivo, pero es de aplaudir a todos, hemos corridos bastante y Monterrey por momentos nos metió en nuestra área”.
Para la revancha en Monterrery, “Nacho” Ambriz exhortó a sus pupilos en pensar que van empatados, consciente de que la cancha de Rayados es complicada y puede ser pecado aguantar el resultado.