Aproximadamente un 35 por ciento de los jóvenes sin techo encuestados en Arizona sobre la explotación sexual declararon haber sido víctimas de este crimen siendo los 15 años la edad más recurrente.
El porcentaje de víctimas de explotación sexual rebasa el 25 por ciento registrado el año 2014, cuando se realizó la primera encuesta sobre el tema, según el informe del Centro para el Desarrollo de la Juventud Tumbleweed.
La estadística de suicidios cometidos por jóvenes en circunstancias de abandono también se incrementó en el último año.
El recién publicado informe, financiado por Tumbleweed y administrado por la escuela de Trabajo Social de la Universidad Estatal de Arizona (ASU) muestra que los jóvenes sin hogar son vulnerables a ser coaccionados a tener relaciones sexuales para sobrevivir y a menudo encuentran peligros a la salud y la seguridad, como resultado, según las autoridades.
“Estos resultados ponen sobre aviso a la comunidad”, dijo la directora ejecutiva de Tumbleweed, Cynthia Schuler.
“La explotación sexual de nuestros jóvenes vulnerables, el 60% de los cuales nació y creció en Arizona, es cada vez más generalizada”, apuntó.
“Es muy preocupante que el promedio reportado de primera experiencia de la trata sexual es sólo 15 años”, añadió.
“El mensaje durante este Mes nacional de la conciencia de la trata de personas es que se detenga ahora”, enfatizó.
Un 45 por ciento de las mujeres jóvenes sin hogar encuestadas y el 24 por ciento de los jóvenes sin hogar reportan haber sido coaccionados para la actividad sexual.
Más de un tercio dicen que han intentado suicidarse para escapar del negocio de tráfico sexual y el trauma asociado con la falta de vivienda.
El 74 por ciento dice que usan drogas y el 32 por ciento dicen que son adictos a las drogas o el alcohol.
El Informe reunió información de 215 adultos jóvenes sin hogar, principalmente en el condado de Maricopa, en el verano de 2015.
“Los traficantes explotan las vulnerabilidades emocionales de los jóvenes sin hogar, a menudo buscan convencerlos de que están siendo atendidos”, dijo Melissa Brockie, directora de Programas de Salud de Tumbleweed.
“Los sobrevivientes quedan aisladas y controladas y a menudo creen que son incapaces de poner fin a la coacción y el abuso”, recalcó.